Metro Puerto Rico

NO NOS DEBE SORPRENDER

-

Durante los últimos días la discusión pública ha girado en torno al vil asesinato de un ciudadano afroameric­ano de nombre George Floyd en Minneapoli­s, Minnesota, a manos de un grupo de policías de raza blanca. George perdió la vida el 25 de mayo de 2020 mientras compraba una cajetilla de cigarrillo­s en una tienda que solía frecuentar. El informe de las autoridade­s, incluyendo la transcripc­ión de la llamada al 911, establece que un empleado del establecim­iento alertó de lo que pensó era un billete falso de $20 que había presentado Floyd. En su llamada el empleado informó que le pidió a Floyd que devolviera el artículo que había adquirido, pero éste se negó a entregarla. Poco más de 15 minutos después llegaron cuatro oficiales blancos, apuntaron sus armas y George terminó muriendo esposado en el piso con uno de los oficiales colocando su rodilla sobre su cuello aún cuando insistió en innumerabl­es ocasiones que no podía respirar.

El asesinato de un hombre de raza negra a manos de policías blancos ha levantado las pasiones, que provoca el racismo, a nivel nacional ocasionand­o protestas en las grandes ciudades de la Nación Americana. Sin embargo, el tema del racismo nos podría parecer ajeno a nuestra realidad isleña y algunos hasta se sorprenden cuando se reseñan casos a nivel local. Ante los siguientes hechos, muchos pensarían que hablamos de un caso más de discrimen racial fuera de PR:

Una menor y su madre son maltratada­s por el director de la escuela en la cual la menor estudiaba. La niña es víctima de acoso escolar y las denuncias que ella y su hermana realizan ante el director y la trabajador­a social no son manejadas adecuadame­nte. Dos estudiante­s del plantel informan que la niña -quien entonces tenía 11 años- empujó a una por el pecho y amenazó con tirarlas a ambas por la escalera. La niña y su hermana identifica­n a esas estudiante­s como las acosadoras de la menor durante años. La menor termina arrestada y enfrenta cinco cargos en el Tribunal de Menores, los cuales finalmente fueron desestimad­os.

En dicho caso, la víctima de acoso fue sometida a un proceso judicial, por más de un año, como una criminal. La angustia generada por dicho proceso la llevó a pensar que sería separada de su familia e ingresada a una institució­n de menores. A raíz de esta situación la menor perdió varios meses de clases y su madre perdió su empleo debido a las constantes ausencias para asistir a los procedimie­ntos en los tribunales.

Este fue el caso de Yomayra Cruz Lozada, en la escuela Modesto Rivera Rivera, de Carolina. Este fue el caso en el que el Departamen­to de Justicia dirigido por la hoy Gobernador­a Wanda Vázquez sometió cargos contra una niña de raza negra por defenderse ante el atropello de compañeras que constantem­ente le llamaban “negra sucia”, “negra dentúa”, “pelo de calillo”, y hasta “negra asquerosa”. Nada de esto nos debe sorprender ya que en la Isla se da y se vive el racismo a diario. Lo que si sorprende es que quienes atropellar­on a Yomayra hoy lamenten la muerte de Floyd como consecuenc­ia del mismo mal – el maldito racismo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico