El debate sobre la reapertura de las escuelas
Ambos lados del debate sobre la reapertura de la escuela están equivocados. No deberíamos estar debatiendo si es seguro reabrir las escuelas. En cambio, deberíamos preguntarnos si la educación presencial es esencial. Si es así, como insisten muchos, incluido el presidente Biden, entonces deberíamos tratar a las escuelas como tratamos a los hospitales. Eso significa hacer todo lo posible para que sean más seguras, comenzando por vacunar a todos los maestros.
La administración de Biden estableció que los maestros debían tener prioridad para las vacunas y en Puerto Rico el gobernador Pierluisi puso dicha política publica en práctica demostrando de esa manera que la protección de los maestros era su máxima prioridad.
Pero debemos ser realistas: no habrá consenso sobre si las escuelas pueden reabrir sin temor a brotes de coronavirus. Los estudios que han demostrado un bajo nivel de transmisión en las escuelas pueden contrarrestarse con argumentos de que las escuelas carecen de pruebas y un sistema de rastreo de casos que sea efectivo. Además, los mismos datos pueden llevar a conclusiones diferentes. Por ejemplo, después de que el CDC publicara sus guías para reabrir las escuelas, los propios expertos en salud pública escribieron artículos de opinión en contra de estas. Algunos argumentaron que las guías del CDC son demasiado estrictas y mantendrán innecesariamente a los estudiantes fuera de la escuela, mientras que otros opinaban todo lo contrario tildando las guías de ser demasiado laxas.
He analizado ambas posiciones y discutido con personas en ambos lados del asunto. La discrepancia no es en cuanto a la ciencia detrás del análisis sobre la reapertura, sino sobre la interpretación de esta dado que las personas tienen diferente tolerancia al riesgo. Algunos entienden que si el riesgo de contraer el coronavirus en la escuela no es mayor que contraerlo en la comunidad, eso significa que regresar a las escuelas es losuficientementeseguro.Otrosargumentan que debido a que las personas pueden aislarse de manera segura en el hogar, ningún riesgo es aceptable. Ante esta realidad cualquier intento de llegar a un acuerdo sobre lo que es seguro resulta imposible. Cada cual tiene una percepción de, y tolerancia a, riesgos distinta e irreconciliable.