Reseña Metro visitó el lugar donde se filmaron escenas principales de la película In The Heights, que estrena el 10 de junio
Lin-Manuel Miranda Fue uno de los escritores orginales de la pieza que se presentó como musical hace 20 años. También es productor de la película Elenco Muchos de los actores detallan cómo se ven reflejados en la historia que cuenta esta producción cinema
tres cantantes posibles para cada canción y tres canciones para cada posible cantante. Finalmente todo depende del deseo y la predisposición de los invitados extraordinarios. Un disco así se hace por amor y amistad. Las edades importan poco, el canto no tiene edad, los géneros existen para mezclarlos e inventarlos de nuevo, eso hacen cada uno de los artistas grandes que cantan este disco.
¿Cuál fue el plan tras reunir a este grupo tan distinto?
—El plan era reunirlos, cada uno cantando una canción conmigo y el trío con arreglos de Germán Wiedemer. Mientras tanto estábamos de gira y el disco progresaba. Después escribimos las canciones del siguiente disco, Cargar la suerte. Lo escribimos, lo grabamos en maquetas muy bien presentadas y lo grabamos en Los Ángeles con Gustavo Borner y los mejores músicos del mundo, los de este credo y sonido.
¿Cómo se “asignó” cada canción a los artistas?
—Lo pensamos con Carlos (Narea, productor chileno de discos y grandes festivales). Son cantantes que todos conocemos y apreciamos mucho. No todos los que deseamos pudieron cantar, cada uno tiene sus tiempos y compromisos y eso se respeta. Grabamos primero los instrumentos y después pensamos en posibles artistas para cantar y en distintas canciones para cada posible cantante. Asignamos y elegimos siempre sujetos a las circunstancias, los que están se volcaron con generosidad y arte.
Se lanzaron singles de “Bohemio” con Julio Iglesias, “Para no olvidar”, junto a Manolo García y Vicente Amigo, y ahora “Flaca” con Alejandro Sanz.
¿Hay posibilidades de que “Tanta veces” lo sea? —“Tantas veces”, con Mon Laferte, va a ser una preferida por el público y la van a reclamar en los conciertos. Vamos a promocionar el dueto con Laferte, estamos preparando un guion de cine para los dos y la canción.
Presentamos un disco completo, un álbum. Creemos en la irreductible importancia de un conjunto de canciones que marque época. Las promociones son masivas, pero los artistas grabamos discos enteros porque marcan nuestras propias épocas y podrían permanecer en el tiempo.
¿Cómo llegó Mon Laferte a tu disco?
—Este no es un disco pensado por los sellos discográficos. Lo grabamos de forma independiente y no tuvimos trabas en las discográficas, no que yo sepa. Mon tiene que estar en un disco de esta clase. Tuvo que ser idea mía conjuntada con Carlos Narea. Publicamos con Universal, con algunos universales somos compañeros desde Alta Suciedad, el disco de 1997. Estamos ilusionados trabajando en un disco grande bajo el ala de Jesús López. Firmamos por dos discos que ya estaban grabados. La cuestión creativa fue independiente como siempre. El eje de la grabación es el productor, Carlos, que tiene la confianza del emporio musical íntegro. Mon es una estrella deseada por todos y todas. Va a consagrar mi canción en el mundo y le estaré siempre agradecido.
Aiola Virella
¿Alguna vez ha fantaseado ubicándose en una película o telenovela de época con toda la majestuosidad que ello implica? ¿Se ha soñado llegando a un palacio, cruzando arcos o subiendo imponentes escaleras? Pues sepa que ya puede recrear esas imágenes y vivir una experiencia única en el corazón del Viejo San Juan al hospedarse en el majestuoso Hotel Palacio Provincial.
El histórico edificio de la Diputación Provincial de España en Puerto Rico ahora alberga un hermoso hotel en el que se ha cuidado cada detalle patrimonial logrando un equilibrio en su restauración y decoración para mezclar exquisitamente la historia, modernidad y la contemporaneidad. La experiencia del huésped en este hotel, ubicado frente a la Plaza de Armas en el Viejo San Juan, es incomparable con cualquier otra oferta en la Isla.
Caminar las calles adoquinadas de la ciudad amurallada hasta llegar al imponente edificio, pintado de un amarillo que te ubica en el estilo colonial, y pasar por la imponente puerta doble de madera para toparte con las escaleras centrales de la estructura es un indicio de lo que será la experiencia. A cinco meses de su apertura, la acogida del hotel entre turistas y locales es la mejor muestra de que se trata de un lugar mágico.
El arquitecto y diseñador Jorge Rosselló tuvo a su cargo la ambientación del hotel que está inspirada en la autenticidad del edificio, al cual el Registro Nacional de Edificios Históricos denomina como “una de las joyas arquitectónicas del distrito histórico”. La restauración tuvo un costo de unos $12 millones. Y es que la inversión puede apreciarse en cada detalle que devuelve a su esplendor esta edificación neoclásica del arquitecto español Enrique Berrocal.
La magia no solo está en la restauración, sino en los detalles. Por ejemplo, cada una de las 43 habitaciones del hotel cuenta con reproducciones de caligrafía antigua pertinente a la historia del edificio y las mentes ilustres que lo recorrieron. Además, en cada habitación encontrará una talla de un gallo de pelea que nos ubica en la tradición del deporte de los caballeros y evoca el debate que se daba entre los diputados de la corona española. A lo largo y ancho de la estructura se ubican códigos de barra que al escanearlos cuentan la historia del palacio que también fue Cámara Insular, la sede del primer Parlamento de Puerto Rico, la primera oficina del Servicio Postal de Estados Unidos en la Isla, la Biblioteca Insular, y la oficina de telégrafos y teléfonos, entre otras. Más recientemente, el Palacio de la Diputación sirvió como centro de trabajo del Departamento
de Estado de Puerto Rico durante la segunda mitad de siglo XX.
Retornando al uso actual del espacio, el hotel brinda una serie de experiencias cuidadosamente diseñadas para sus visitantes. El área de la piscina es, sin lugar a dudas, pieza central en la experiencia del huésped. La piscina infinita está ubicada en la azotea con terraza, jacuzzi y bar, y ofrece vistas incomparables a la Bahía de San Juan y la ciudad colonial. No podrá resistir la tentación de hacer una sesión fotográfica en este espacio. Pero lo mismo le ocurrirá en las escaleras y pasillos del hermoso Palacio Provincial.
Parte central de la experiencia de turismo es la gastronomía y para ello la gerencia del hotel confió en el chef Víctor Torres, quien desarrolló un sencillo, pero impresionante menú desde el desayuno hasta la cena en el Consular Restaurant & Bar. Este espacio es otra maravilla, pues es una terraza/patio interior al aire libre que permite visibilidad a la edificación en sí misma como obra de arte.
Para empezar el día, Consular tiene su menú de desayuno que incluye platos con frutas frescas y productos del país. Los domingos, el equipo culinario del hotel sorprende al elevar su oferta gastronómica con un exquisito, variado y único brunch.
En el menú principal de Consular encontrarán el churrasco a la plancha en mantequilla de ajo con cazuela de gratinado de batata y trufas; chillo en caldo de lemongrass y puré de apio; pechuga de pollo cortada a la francesa con col rizada carbonizada, salsa de tomate y requesón local; y pulpo a la gallega con patatas españolas y pimentón dulce.
La barra ofrece un concepto de coctelería elevado. Los cócteles exclusivos llevan el nombre de la temática diplomática e histórica del hotel como “El Delegado”, “Fortaleza”, “Old City”, el “Diplomático”, “The OldFashioned Twist”, “Isabelita” y
“La española”.
Al igual que el nombre de los cócteles, los espacios del hotel han sido bautizados con nombres evocativos de su historia, tales como Bar Consular, Suite Canciller y Suite Emisario. Asimismo es el caso de la Suite Nupcial, llamada Infanta Eulalia en honor a la hija menor de la Reina Isabel II, quien visitó la Diputación Provincial en 1893 junto a su esposo Antonio de Orléans, en representación de la Corona.
En fin, quedarse en el Hotel Palacio Provincial es viajar en el tiempo, es un sueño de película. Piense en los diputados de la Corona que vigilaban al gobernante desde este palacio y piénsese usted sentado en una piscina infinita vigilando la bahía de San Juan.