Encuentran salida económica al sargazo en Puerto Rico
Rafael R. Díaz Torres
En una conferencia virtual en la cual se presentan los nuevos hallazgos sobre el sargazo, coordinada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, inesperadamente surge que en el municipio de Cataño se ubica un centro de investigación y producción que trabaja con esta alga marina.
Vía Zoom, Jason Cole, vicepresidente ejecutivo de Innovaciones de la empresa C-Combinator, explica cómo desarrollan productos derivados del sargazo desde octubre del 2020 en la Isla.
Pero en entrevista con el Centro de Periodismo Investigativo (CPI), el director de Investigación y Desarrollo, Benjamin Jelen, aclara que la mayoría de su materia prima no proviene de las costas de Puerto Rico, que están saturadas del alga marrón, sino del estado costero de Quintana Roo, en México.
Al entrar en las oficinas de la empresa en Cataño, se observa un equipo de investigación que analiza muestras de sargazo. Frascos de biocombustibles derivados de esta alga pueden verse en las mesas del laboratorio. En otra oficina, almacenan material fertilizante con propósitos agrícolas. Hay áreas donde una doctora en microbiología trabaja analizando líquidos y otras donde se ilustra un proyecto dirigido a producir tomates. Otra parte del equipo de trabajo está en el estado mexicano Quintana Roo.
La operación de 26 empleados se presenta como una promesa de la economía verde para manejar el sargazo y convertirlo en insumos para la manufactura. Productos bioestimulantes para las plantas, gomas para sandalias, cremas para cosméticos veganos, así como otros materiales que pueden ser utilizados para la agricultura y la restauración de manglares, son algunos de los derivados de sargazo que salen de Cataño. C-Combinator está registrada en Delaware y en Puerto Rico, y su principal oficial ejecutivo y fundador es Geoff Chapin.
La compañía se ha beneficiado de los decretos para investigación y manufactura que ofrece el Código de Incentivos. “Esto nos ha permitido ser más efectivos en la instalación del centro de investigación avanzada en Puerto Rico. Actualmente tenemos más de siete empleados a tiempo completo en la Isla, cinco de ellos trabajando en ciencias avanzadas. En términos generales, estamos en
Puerto Rico porque ya es un centro de clase mundial para la fabricación y las ciencias avanzadas, con un ecosistema de empresas, universidades e instituciones de investigación que podemos aprovechar para inaugurar una industria completamente nueva en la Isla fundamentada en el océano y el desarrollo de materiales innovadores”, dijo Jorge Vega Matos, vicepresidente de
Mercadeo, Comunicaciones y Asuntos Públicos de la empresa.
Una de las investigadoras en el laboratorio de la compañía es egresada del bachillerato de Biología Marina Costanera de la Universidad de Puerto Rico en Humacao. Aunque la joven de 24 años reconoce que las grandes acumulaciones de sargazo son un fenómeno de apenas hace una década, explicó que no hacer nada para atender el problema pudiera ser detrimental para la salud de comunidades.
“Si lo miras desde una perspectiva científica, es un fenómeno reciente, pero si lo pones en el contexto de la gente y su cotidianidad, el problema del sargazo parece que ha estado ahí desde siempre. Yo tenía 14 años cuando comenzaron estas acumulaciones. Crecí con esto, pero no tenía conciencia social ni conocimiento del tema ya que no se hablaba de eso en las escuelas. Fue cuando llegué a la universidad que me di cuenta de la magnitud del problema”, dijo al CPI, Adriana Guzmán.
A diferencia de Puerto Rico, en México existen protocolos federales para lidiar con esta alga antes de que llegue a la orilla. La empresa C-Combinator es contratada por hoteles mexicanos para recoger el sargazo en la zona turística de Yucatán, a través de su afiliada Grupo ENSOL Caribe.
“La mano de obra es menor allá. Aun si pudiéramos tener una oportunidad en Puerto Rico, yo creo que lo haríamos, pero no lo vale en este momento. No hay una comprensión a nivel de Gobierno [en Puerto Rico], ni a nivel de la elite criolla con poder económico. No hay una visión del potencial que implica poder generar recursos primarios que puedan reactivar la industria de manufactura en Puerto Rico, la creación de plásticos, bioplásticos, textiles y no textiles”, explicó Vega Matos.
Jorge Vega Matos vicepresidente de Mercadeo, Comunicaciones y Asuntos Públicos de C-Combinator