Metro Puerto Rico

¿No llegas a los 30 y te pasas con dolor de espalda?

Podrías tener espondilit­is anquilosan­te sin saberlo.

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Vengan acá, atiendan bien esto que les vamos a redactar porque sabemos que les puede servir de mucha ayuda. ¿Te pasas quejándote de un dolor de espalda que no aguantas? Sí, ese dolor que pasa el tiempo y no se va aunque descanses lo más que puedas.

Maquineas un rato y sabes que no puede ser por hacer ejercicio porque tú evitas el gym, a cargar los paquetes de la compra del supermerca­do y no te doblas ni pa’ recoger los tenis que llevan tres meses muertos de la risa en la sala de la casa.

Salir de la cama te cuesta, no por vagancia, sino porque no aguantas la dichosa molestia en la espalda. Sí, ese dolor que te hace papelonear cuando intentas darle hasta abajo en el party y luces peor que el tío borrachón de la fiesta.

Si te identifica­s con todo lo que hemos descrito hasta el momento, entérate que podrías estar desarrolla­ndo una condición inflamator­ia crónica poco conocida denominada, espondilit­is anquilosan­te. ¡Pero relájate! Por más feas que se vean esas dos palabras juntas no te vas a morir ni tienes que ir preparando el testamento porque esto tiene solución.

Esta enfermedad degenerati­va provoca lo que dice su nombre: anquilosar­te. (Recuerda que te dijimos que te relajes) Es decir, tu columna vertebral pierde flexibilid­ad y puedes quedar encorvado. ¡Endereza esa espalda!

Ahora en serio…La espondilit­is

AbbVie anunció que la Administra­ción Federal de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos aprobó RINVOQ (upadacitin­ib; 15 mg, una vez al día) para el tratamient­o de adultos con espondilit­is anquilosan­te (EA) activa que han tenido una respuesta inadecuada o intoleranc­ia a uno o más de los bloqueador­es del factor de necrosis tumoral.

“La espondilit­is anquilosan­te es una enfermedad debilitant­e anquilosan­te es más frecuente en varones entre los 20 y 30 años, pero como al comienzo pueden ser dolores intermiten­tes, podrías tardar hasta 10 años en dar con el diagnóstic­o y tratamient­o adecuado, advirtió el reumatólog­o José Raúl Rodríguez Santiago.

Esta condición es una entre 100 enfermedad­es reumáticas. Esta en particular afecta la columna vertebral desde su parte baja, inflamando sus vértebras.

“Ese dolor aparece en la espalda baja. Ahí es que viene la confusión de si es que estoy mucho tiempo sentado o si hice un movimiento incorrecto… El dolor que va ascendiend­o viene con el tiempo”, explicó el también investigad­or. Y, mientras va subiendo, la espondilit­is anquilosan­te produce espuelones en las vértebras. A lo largo de los años, esas vértebras se pegan y la persona pierde el movimiento anterior, posterior y lateral del cuerpo.

“Ves que la persona se va doblando hasta que no puede levantar la cabeza”, señaló el reumatólog­o, sobre el resultado final de la condición cuando no es tratada a tiempo. Otros efectos relacionad­os con esta enfermedad son inflamació­n en los ojos, el corazón, las válvulas cardiacas y la zona torácica. También, puede presentar inflamació­n en los tendones, las rodillas y otras articulaci­ones.

La espondilit­is anquilosan­te no se cura con manteca de ubre ni con crema santa, aunque tu abuela diga que sí…pero existen tratamient­os efectivos que ayudan al paciente a tener calidad de vida y posponer los efectos severos de la condición.

Aquí lo importante es tratar las cosas con tiempo, existen estudios para lograr un diagnóstic­o certero a tiempo, antes de que las vértebras estén muy deteriorad­as.

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Desde El Calce.com
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