Urgente romper con el discrimen por edad
Puerto Rico es el onceavo país de más población mayor en todo el mundo.
Conmemorando el Mes del Adulto Mayor, AARP Puerto Rico lanzó la iniciativa “Vive tu Pasión, No importa la edad”, con el fin de reconocer las aportaciones económicas, sociales, culturales, familiares, comunitarias y políticas de esta población. Estas contribuciones se minimizan debido al edadismo o discrimen por edad que está soslayado en nuestra sociedad, y las disparidades sociales que esto provoca para las personas mayores en términos de calidad de vida y oportunidades.
“Las personas mayores de 60 ya son el 27% de nuestra población y Puerto Rico es el onceavo (11) país de más población mayor en el todo el mundo, pero continuamos con una formación y visión social que perpetúa el edadismo”, manifestó el director estatal de AARP Puerto Rico, José R. Acarón. De igual forma, subrayó que “tenemos que romper con este discrimen, los estereotipos y prejuicios que se siguen, porque la realidad es que obstaculizan el desarrollo de toda nuestra sociedad; los mayores son personas productivas y activas dentro de nuestra comunidad”.
Acarón sostuvo que “la sociedad intenta encasillarnos con mitos que nos hacen daño a todos. El discrimen por edad o edadismo es el más normalizado. Lo vemos en los medios, en comedias, las cortes, nuestra legislatura, en los trabajos, en los servicios de salud y hasta en el hogar. Cada vez que te dicen que no se supone que hagas algo a tu edad, es discrimen. Igualmente, cada vez que te chiquitean, te preguntan cuándo te retiras, o te dicen “qué bien te conservas para tu edad”.
Asimismo, denunció que “este prejuicio y los estereotipos están totalmente arraigados en la fibra social, provocando que el edadismo sea causante de la mayor parte de los males sociales que afectan a los mayores. El resultado es el maltrato, el fraude, el aislamiento social, la depresión y a veces el suicidio. Igualmente, el desempleo, la pobreza, la falta de servicios y hasta malos tratamientos de salud”. Para subrayar el impacto de este discrimen cuando es hacia sí mismo, resaltó que “una persona con edadismo autoinfligido puede vivir entre 7 a 8 años menos que uno que uno que vive plenamente, según estudios de AARP”.
Por otro lado, Acarón recordó que los efectos de los desastres naturales recientes y la pandemia han visibilizado que las estructuras sociales, gubernamentales y de servicios en la isla no se han adaptado al cambio dramático que necesita el país para responder a nuestra realidad poblacional.