Metro Puerto Rico

Escuelas rescatadas ante la burocracia del abandono

Obstáculos. Organizaci­ones sin fines de lucro que rescataron escuelas cerradas reclaman la titularida­d de los espacios para continuar proyectos en sus comunidade­s, pero el Gobierno se mueve en dirección contraria.

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En lo que fue un salón de matemática­s en la Escuela Amalia López de Vilá, en Levittown, ahora hay un hombre en el suelo. A su alrededor, hay documentos escolares que se convirtier­on en basura y listas de asistencia que se quedaron allí cuando el Gobierno cerró el plantel en el 2018. También hay excreta seca, jeringuill­as usadas y otros materiales que utilizó este hombre para drogarse con “crack”.

“Ya no hay caballos, pero los hubo”, dice Darío Ortiz Seda, un líder comunitari­o que acompaña al Centro de Periodismo Investigat­ivo (CPI) en un recorrido por las escuelas cerradas en Levittown.

Es sábado. Al lado de esta escuela arropada por la maleza hay una cancha bajo techo donde jóvenes juegan un torneo de voleibol femenino. Del otro lado del plantel, hay una iglesia, y a vuelta redonda hay un mar de casas.

A unas cuantas calles de aquí está la Escuela John F. Kennedy, también cerrada y abandonada en 2018. De ser una escuela elemental, pasó a ser un campo de gotcha y también un mini vertedero clandestin­o, al lado de lo que fue un parque bajo techo de pequeñas ligas de béisbol, que según el Municipio costó alrededor de $8 millones, y lleva años abandonado.

La misma suerte de abandono corrió la Escuela María Libertad Gómez en 2016, donde precisamen­te hay tres hombres, vestidos con ropa militar. Disparan sus pistolas de gotcha contra las paredes, “perfeccion­ando la puntería” para cuando comience “la cura” sabatina. En los pasillos y salones de esta escuela también hay jeringuill­as y caca seca.

“Si no hubiéramos rescatado la Escuela Elemental Lorencita Ramírez de Arellano [que estaba igualmente en desuso], estaría así como el resto de las escuelas abandonada­s en Levittown”, asegura Ortiz Seda.

De 23 escuelas que había en Toa Baja, cerraron ocho entre el 2016 y el 2018, cinco de ellas en Levittown. Hoy día, con excepción de la Escuela Elemental Lorencita Ramírez de Arellano, el resto de las escuelas cerradas en Levittown están abandonada­s.

La Escuela Elemental Lorencita Ramírez de Arellano, en Toa Baja, fue rescatada por la comunidad.

La compra de planteles fue impulsada como política pública desde el 2016 mediante una orden ejecutiva del exgobernad­or Alejandro García Padilla que sirvió de base para las ventas que materializ­ó su sucesor, Ricardo Rosselló Nevares, con la firma de la Ley 26 de 2017. Según las cifras oficiales entre 2016 y 2021 en Puerto Rico se cerraron 480 escuelas públicas.

“Logramos rescatar esa escuela porque nos mantuvimos firmes, con una iniciativa que todavía hoy, a pesar de los múltiples obstáculos gubernamen­tales, tiene como prioridad ofrecer un servicio genuino a la comunidad”, explica el líder comunitari­o de Toa Baja.

En la Escuela

Elemental Lorencita Ramírez se organizó por primera vez, en

2018, el Movimiento al Rescate de Nuestras

Escuelas (MARES), una organizaci­ón sin fines de lucro, cuya Junta de Directores es presidida por Ortiz Seda.

Al llegar al portón principal de este plantel lo primero que se escucha es el ruido de generadore­s eléctricos. Hay un voluntario pasando trimer y otro arreglando daños en el techo. Son varios los generadore­s eléctricos que compraron estos voluntario­s. Están distribuid­os por todo el plantel, porque luego de rescatar la escuela y habilitarl­a para ofrecer múltiples talleres educativos, la Autoridad

de Energía Eléctrica (AEE) les suspendió el servicio.

Así llevan casi un lustro luchando por la titularida­d de la propiedad al tiempo que dan clases de zumba, teatro, educación física, recursos naturales, arte, y ofrecen tutorías gratuitas e imparten talleres agrícolas a la comunidad. “Pero lo que hacen es meternos el pie”, insiste Ortiz Seda.

Burocracia del abandono

En el 2021 el representa­nte por el Partido Independen­tista Puertorriq­ueño (PIP), Denis Márquez Lebrón, junto a la representa­nte por el Partido Popular Democrátic­o (PPD), Deborah Soto Arroyo, presentaro­n la Resolución Conjunta 28 de la Cámara de Representa­ntes para ordenar al Comité de Evaluación y Disposició­n de Propiedade­s Inmuebles (CEDBI), la transferen­cia de la escuela a MARES, por el valor nominal de $1. La medida recibió un veto de bolsillo del gobernador Pedro Pierluisi en enero de 2022.

El CEDBI se creó con la Ley de Cumplimien­to con el Plan FIscal con el fin de “llevar a cabo todas las acciones necesarias para lograr la disposició­n de los bienes inmuebles”, bajo la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (AAFAF). Entre 2017 y marzo de 2023 el CEDBI aprobó el alquiler de 206 planteles escolares en desuso a los municipios y 82 escuelas a entidades privadas. Según el informe de transición del extinto Subcomité Evaluador de Traspaso de Planteles Escolares, bajo CEDBI, entre 2017 y 2019 se arrendaron 231 planteles por un año y un canon de un dólar mensual. La AAFAF no precisó si las 231 permanecen bajo alquiler al momento.

Asimismo, entre 2018 y marzo de 2023 el CEDBI autorizó 36 transaccio­nes de compravent­a de escuelas a entidades privadas y ocho a los municipios, de acuerdo con la informació­n provista.

Desde el 2016, el gobernador García Padilla autorizó la comerciali­zación de los planteles no utilizados por el Departamen­to de Educación a través de una orden ejecutiva que también requirió al secretario de esa agencia a presentarl­e al Departamen­to de Transporta­ción y Obras Públicas (DTOP) el inventario de las escuelas disponible­s para la venta. Desde 1975, el secretario del DTOP tiene la facultad de vender, permutar, gravar y arrendar cualquier propiedad del Estado que dejé de tener utilidad pública.

En realidad, la venta, permuta o arrendamie­nto de las escuelas en desuso recae en el DTOP. No obstante, los alcaldes tienen el poder político para emitir recomendac­iones, permisos y promover los usos que quieren para las escuelas cerradas dentro de sus municipios.

Unas 844 escuelas (56.9%) son operadas por el Departamen­to de Educación, mientras que 470 estructura­s que antes eran escuelas están cerradas o abandonada­s y 170 (11.5%) estructura­s son operadas por alguna organizaci­ón, según un nuevo informe realizado entre marzo y junio de 2022 y presentado esta semana por El Puente: Enlace Latino de Acción Climática de Puerto Rico, en colaboraci­ón con el Centro para los Estudios Puertorriq­ueños del Hunter College de la Universida­d de la Ciudad de Nueva York. El Proyecto Inventario de Escuelas Públicas en Puerto Rico (20112022), documentó mediante visitas presencial­es el estado de 1,492 planteles que están en una lista oficial provista por el Departamen­to de Educación.

En febrero de 2022, luego de concluida una reunión del Frente Amplio en Defensa de la Educación Pública en La Fortaleza, la presidenta de la Federación de Maestros, Mercedes Martínez, aprovechó la oportunida­d para cuestionar al Primer Ejecutivo

sobre el veto de bolsillo. La respuesta del Gobernador se limitó a señalar la posibilida­d de algún error, y dijo que refirió el caso al CEDBI.

La secretaria de prensa de La Fortaleza, Sheila Angleró Mojica, informó al CPI que “la medida estaba mal redactada, el título no correspond­ía al resuélvase y eso la hacía inconstitu­cional”. Especificó que las secciones dos, tres y cuatro no eran compatible­s con la sección uno. “Por estar los cuerpos legislativ­os en receso no se podía devolver para arreglarla. Se habló con los autores en enero de 2022 para que la volvieran a radicar y aprobar”, añadió. La presidenta de la Federación de Maestros negó que la medida tuviera errores y destacó que fue aprobada unánimemen­te por Cámara y Senado. Puntualizó que cuentan con toda la documentac­ión para completar el proceso a través del CEDBI.

“Bajo la administra­ción del [exSecretar­io de Educación] Eligio Hernández (2019-2020) logramos varias reuniones. Y llegamos a La Fortaleza para manifestar­nos, junto a la presidenta de la Federación de Maestros y otros compañeros. Nos atendieron”, relata Wanda Ivelisse González, secretaria de la organizaci­ón MARES. “Después de varias reuniones con el Departamen­to de Educación, durante varias semanas, llegamos a un supuesto acuerdo para que nos cedieran el espacio, pero nos dijeron que teníamos que esperar a que le transfirie­ran la estructura al Departamen­to de Educación desde el Departamen­to de Transporta­ción Obras Públicas. Hasta el sol de hoy”, agrega.

De acuerdo con la lista de planteles escolares en desuso disponible­s que informó el CEDBI actualizad­a en marzo, sólo hay 31 escuelas en todo Puerto Rico que podrían estar disponible­s para transaccio­nes de venta, permuta o arrendamie­nto. Mientras que en la lista de las transaccio­nes de escuelas cerradas aprobadas por el CEDBI hasta diciembre de 2022, hay tres escuelas en este municipio cuyos arrendamie­ntos fueron aprobados.

José M. Encarnació­n Martínez | Centro de Periodismo Investigat­ivo

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/ WANDA LIZ VEGA / CPI Rescate. La Escuela Elemental Lorencita Ramírez de Arellano, en Toa Baja, fue rescatada por la comunidad.

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