Metro Puerto Rico

Madres solteras jefas de familia muelen vidrio

Especial de madres De cara a la celebració­n de este domingo, damos una mirada a la situación de las madres solteras en Puerto Rico. Cuatro puertorriq­ueñas nos comparten los retos mayores a la hora de criar solas a sus hijos.

- Relatos Nilda Núñez Lamboy

La rutina de Sherlyn Reyes cambió drásticame­nte desde que se separó del padre de su hijo. Ahora, como madre soltera, tiene que velar por la seguridad y bienestar de su niño de cinco años, prácticame­nte sola.

Raras veces deja su hijo al cuidado de alguien más. “Mi hijo siempre está conmigo, pero en caso de que yo tenga que salir, pues me lo cuida un familiar, pero eso casi no pasa, mi hijo siempre está conmigo”, señaló la trabajador­a social.

Luego de su separación, uno de los retos mayores fue encontrar un techo para ella y su hijo, pues asegura que, aunque el padre de su hijo le pasa una pensión, el costo de vida actual dificulta mucho su situación.

“Ahora mismo pago una renta de $1,600 tratando de darle un buen estilo de vida a mi hijo. Es un reto bien fuerte una sola porque entre lo que uno cobra y los gastos, pues es cuesta arriba”, lamentó Reyes, quien tuvo que poner a su padre como coarrendat­ario del apartament­o.

La mujer comentó que mientras buscaba dónde vivir con su hijo, muchos caseros le cuestionab­an su capacidad para poder pagar la renta por ser una madre soltera.

La desigualda­d económica juega un papel importante para estas familias. Según un estudio presentado en abril, la brecha salarial entre mujeres y hombres con preparació­n académica similar es de 22%.

Segú la demógrafa Judith Rodríguez, el número de familias lideradas por mujeres ha aumentado drásticame­nte, una tendencia que se estima continuará en los próximos años.

Por otro lado, Mariel (nombre ficticio para proteger su identidad) —de 47 años— se convirtió en madre soltera cuando se separó de su pareja ante un patrón de maltrato. Apuntó que el mayor reto como jefa de familia ha sido criar a sus hijos adolescent­es sola mientras atravesaba por el proceso de separación.

Mariel no recibe ningún tipo de apoyo económico del padre de su hijo, a pesar de que desde hace meses se le estipuló una pensión.

“Cuando empecé a tener problemas en mi matrimonio por maltrato acudí a la Procuradur­ía de la Mujer y ellos me refirieron al programa Oficina Desarrollo Integral de las Mujeres (ODIM). Ellos me ayudaron, me dieron albergue, comida para mí y para mi hijo y me ayudaron a conseguir trabajo y nos dieron ayuda psicológic­a, ellos me apoyaron. Mi familia, pues no”, relató.

Datos del Negociado del Censo señalan que un 51.7% de las mujeres jefas de familia tienen participac­ión laboral. La mitad son trabajador­as a tiempo parcial y 19.5% a tiempo completo.

De igual forma, Danllel Natal Estrada, de 23 años, madre de una niña de dos años, dijo que el mayor reto es buscar cuido para su niña mientras estudia y trabaja. Explicó que durante casi dos años tuvo que cubrir las necesidade­s de su hija sin ningún apoyo. “El papá comenzó a pagar la pensión desde diciembre”, señaló.

“Me sentí sola durante mucho tiempo, en especial cuando no trabajaba porque estar en la casa haciendo lo mismo todos los días y solo dedicarte a ser mamá suele ser bien deprimente porque uno se pierde, a veces le queremos dedicar toda nuestra vida a los hijos y nos olvidamos de que tenemos vida propia”, destacó Natal Estrada.

Por otro lado, estadístic­as reportadas por el Instituto para el Desarrollo de la Juventud apuntan que un 70.4% de las familias monoparent­ales lideradas por mujeres con menores de 18 años estaban bajo el nivel de pobreza con una mediana de ingresos de $11,400 anuales.

Muchas madres se ven obligadas a abandonar la fuerza laboral para poder cuidar a sus hijos, ya que no cuentan con apoyo y no tienen el dinero para costear servicios de guardería. Este es el caso de Paola López Bengochea, de 25 años y madre de tres niños de siete, tres y un año.

“Me tengo que quedar en la casa hasta que los nenes entren a la escuela. Por lo menos yo no tengo el apoyo de ningún familiar. Si tengo que arrancar para el hospital me los tengo que llevar a los tres, y si yo me enfermo no tengo quien me ayude a cuidar de mis hijos”, compartió López Bengochea quien tiene un certificad­o como técnica de uñas.

Paola vive con sus hijos en un residencia­l del centro de la isla. Ha recurrido a diferentes ayudas como el Programa de Asistencia Nutriciona­l (PAN) y teléfono del programa Lifeline.

Según el Proyecto Matria, una mujer jefa de familia que no trabaja y que tiene un núcleo familiar de tres personas, sobrevive con $11 al día. Esta cantidad, resulta mucho menor si se considera que algunas de estas mujeres tienen como único ingreso el PAN, en cuyo caso, es posible que sobrevivan con $5 al día por cada integrante de su núcleo familiar.

“Con la llegada de mis hijos tuve que parar todos mis planes y ahora mismo estoy viviendo de las ayudas del gobierno”, dijo Paola.

“Ahora mismo pago una renta de $1,600 tratando de darle un buen estilo de vida a mi hijo. Es un reto bien fuerte una sola porque entre lo que uno cobra y los gastos, pues es cuesta arriba”.

SHERLYN REYES

“Cuando empecé a tener problemas en mi matrimonio por maltrato acudí a la Procuradur­ía de la Mujer y ellos me refirieron al programa Oficina Desarrollo Integral de las Mujeres (ODIM), ellos me ayudaron, me dieron albergue, comida para mí y para mi hijo y me ayudaron a conseguir trabajo y nos dieron ayuda psicológic­a, ellos me apoyaron. Mi familia, pues no”.

MARIEL

“A veces le queremos dedicar toda nuestra vida a los hijos y nos olvidamos de que tenemos vida propia”.

DANLLEL NATAL ESTRADA

“Me tengo que quedar en la casa hasta que los nenes entren a la escuela. Por lo menos yo no tengo el apoyo de ningún familiar. Si tengo que arrancar para el hospital me los tengo que llevar a los tres, y si yo me enfermo no tengo quien me ayude a cuidar de mis hijos”.

Ayudas disponible­s

PAOLA LÓPEZ BENGOCHEA

El Proyecto Matria ofrece servicios de vivienda transitori­a conocido como Gaia para mujeres y personas que han estado sin hogar o viviendo en un lugar no apto para ser habitable por más de 12 meses. También dan albergue a personas en una situación de huida por violencia doméstica y que además viven con incapacida­d física o mental, ya sea propio o sus hijos menores de edad. .

Por otra parte, también está “Arepa Chic” que es una iniciativa de micro-franquicia enfocada en incentivar el desarrollo de mujeres empresaria­s proveyéndo­les una red de apoyo y una estructura sustentabl­e.

 ?? / GETTY ?? Estadístic­as. El 70.4% de las familias monoparent­ales lideradas por mujeres con menores de 18 años viven bajo el nivel de pobreza con una mediana de ingresos de $11,400 anuales.
/ GETTY Estadístic­as. El 70.4% de las familias monoparent­ales lideradas por mujeres con menores de 18 años viven bajo el nivel de pobreza con una mediana de ingresos de $11,400 anuales.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico