La Deuda de EEUU y las consecuencias de un impago
El presidente Biden ha basado sus esperanzas de reelección, en gran parte, en presentarse como la antítesis de Donald Trump, y el proceder destemplado y errático del expresidente en un town hall meeting de CNN el miércoles pasado ilustró por qué ese argumento podría ser suficiente.
Durante la transmisión, Trump defendió separar a los niños inmigrantes de sus familias en la frontera, no descartaría una prohibición federal del aborto, dijo que indultaría a una gran parte de las personas condenadas por atacar el Capitolio durante los disturbios del 6 de enero de 2021 y abogó por que Estados Unidos no pagara su deuda por primera vez en la historia.
Tan pronto culminó el programa televisado por CNN, desde la cuenta de la campaña
de Biden tuitearon el siguiente mensaje que va al grano de la estrategia: “Es simple, amigos. ¿Quieres cuatro años más de eso?”
Pero, a pesar de la gran impopularidad de esas posiciones de Trump con votantes fuera de su base incondicional, Biden es el titular en la contienda electoral que se aproxima, y, para ganar en el 2024, probablemente tenga que hacer más que simplemente ser el antiTrump.
Como mínimo, el presidente tiene que convencer a los votantes de que es capaz de dirigir con eficacia la economía estadounidense, un tema en el que actualmente la mayoría le da “F”.
Eso significa evitar el incumplimiento de las obligaciones federales este verano, un evento que los economistas advierten que
podría causar un caos económico y un tema en el que las conversaciones y potenciales negociaciones entre Biden y los republicanos del Congreso están actualmente estancadas.
Durante meses, a medida que el gobierno federal se ha acercado cada vez más a agotar su límite de crédito, la posición de la Casa Blanca ha sido que Biden no negociaría con los republicanos sobre el aumento de la cantidad que Washington puede pedir prestado legalmente. De hecho, los asesores del presidente argumentan que el Congreso tiene la obligación no negociable de autorizar suficientes préstamos para cubrir los gastos que ya ha convertido en ley.