Los atletas delgados y altos pueden destacar frente al calentamiento global
Green. Un estudio revela que los corredores más altos, delgados y de extremidades más largas suelen destacar en las pruebas Ironman que se celebran en climas más cálidos.
El clima puede determinar diferencias en la forma del cuerpo entre especies de todo el planeta. Por ende, un nuevo estudio relaciona el rendimiento de los atletas con la adaptación al clima.
Según el documento, la era de los atletas profesionales de baja estatura podría estar llegando a su fin, ya que el calentamien-*
global está favoreciendo a los deportistas más altos y delgados.
Como se explica en la investigación del Dartmouth College de los Estados Unidos, los triatlones como el Ironman representan la resistencia humana, con competidores que recorren casi 150 millas corriendo, nadando y montando en bicicleta en condiciones extenuantes. Sin embargo, detrás del entrenamiento y la resistencia, hay reglas básicas de ecología que ayudan a determinar los ganadores mucho antes de que los concursantes dejen la línea de salida.
Ryan Calsbeek, profesor de Ciencias Biológicas en Dartmouth, analizó a casi 200 participantes en el Ironman a lo largo de dos décadas y descubrió que el rendimiento -especialmente en la parte de maratón del eventopuede estar relacionado con lo bien que se adapta el físico de un atleta para eliminar o retener el calor en determinados climas.
El estudio, publicado en la revista PLOS ONE, reveló que los
“Las personas que intentan conseguir un mejor tiempo personal pueden pensar en los lugares de la carrera y en las temperaturas medias para elegir un lugar basado en cómo su tipo de cuerpo está adaptado para rendir”. RYAN CALSBEEK Profesor de Ciencias Biológicas del Dartmouth College, EE.UU.
corredores más altos, delgados y de extremidades más largas tendían a destacar en las pruebas Ironman celebradas en climas cálidos, mientras que los maratonianos de complexión más robusta y extremidades más cortas rendían mejor en climas más fríos. Esta ventaja fisiológica se observó en los hombres, pero no en las mujeres.
Según Calsbeek, el estudio es uno de los pocos que relacionan la fisiología humana con las llamadas reglas de Bergmann y Allen, que predicen cómo se distribuyen las especies animales en distintos climas.
Llamadas así por los biólogos
del siglo XIX, Carl Bergmann y Joel Asaph Allen, las reglas dictan que el tamaño corporal total de los animales -así como la longitud y el grosor de sus extremidadesse corresponde con el clima.
Las especies adaptadas al frío tienden a ser más corpulentas, con extremidades más gruesas y cortas para limitar la pérdida de calor, mientras que sus conto géneres más esbeltos de climas más cálidos están construidos para mantenerse frescos de forma eficiente.
“Eso sugiere que los patrones globales de temperatura y clima que determinan las diferencias de forma corporal entre las especies de todo el planeta pueden haber moldeado los tipos de cuerpo humano para que tengan el aspecto y el rendimiento que tienen. Estos patrones también pueden influir en el rendimiento en los triatlones Ironman y otros deportes de resistencia”, explicó Calsbeek a Metro.
Para llegar a estas conclusiones, Calsbeek examinó a 171 triatletas que compitieron en al menos dos pruebas Ironman -una en un lugar cálido y otra en un clima frío- entre 2001 y 2021. La abundancia de fotos públicas de los eventos Ironman permitió a Calsbeek utilizar un software de escaneado para medir la morfología de los competidores a partir de imágenes de la parte de la competición en bicicleta.
“Los resultados sugieren que los aspirantes a atletas de resistencia deberían elegir lugares con climas en los que su fisiología se adapte de forma natural”, concluyó Calsbeek.