Eñaut Irazabalbeitia,
Fundador de la web de nutrición y salud Latestfuels.com
¿A quién benefician más las intervenciones dietéticas o los suplementos nutricionales en términos de mejora de la salud mental?
1 —La mayoría de los trastornos de salud mental se dan en adultos jóvenes de entre 18 y 40 años. Es cierto que hay muchos problemas de salud mental infantil que causan problemas duraderos, pero no se han realizado tantos estudios sobre cómo los cambios dietéticos podrían mejorar su vida.
Por lo tanto, la intervención dietética en adultos jóvenes va a ser la más importante, no sólo por el efecto directo que podría tener en su salud mental, sino también porque va a establecer hábitos saludables que les protegerán contra futuros problemas mentales, el deterioro cognitivo, y reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, diabetes, artritis, ECV, creando un bucle en el que tienen una menor probabilidad de problemas mentales.
La creación de hábitos alimentarios saludables evitará las deficiencias nutricionales que con el tiempo podrían convertirse en un estado depresivo u otros trastornos mentales. También es importante el papel de los antioxidantes y los agentes antiinflamatorios en la reducción de patógenos nocivos como los radicales libres que causarán daños acumulativos en su sistema neural. Al fin y al cabo, la adherencia a largo plazo a dietas saludables es el mejor indicador de un menor riesgo de ansiedad, estrés y depresión.
¿Qué recomendaciones 2 prácticas daría a nuestros lectores que buscan optimizar su salud mental a través de la nutrición?
—Reducir la ingesta de alimentos ultraprocesados reportará beneficios para la salud tanto del cerebro como del cuerpo. Aumentar la ingesta de verduras y frutas también significará que se obtienen más vitaminas, minerales, antioxidantes y agentes antiinflamatorios que ayudarán a reducir el deterioro cognitivo. Del mismo modo, las dietas occidentales son deficientes en ácidos grasos omega-3, por lo que la ingesta de omega-3 (a través de la dieta o suplementos) reducirá su deterioro cognitivo e incluso podría mejorar sus síntomas depresivos.
Otro nutriente al que hay que prestar especial atención es la vitamina D, ya que su deficiencia se ha relacionado con la depresión y otros trastornos mentales.
¿Qué cabe esperar en el 3 futuro?
—Gran parte del trabajo en relación con la alimentación y la salud mental debe ser preventivo. Es más difícil solucionar el problema que prevenirlo. Una dieta sana y equilibrada reducirá significativamente las probabilidades de problemas de salud mental en la población adulta a lo largo de su vida y la preparará mejor para afrontarlos, como se ha demostrado en estudios de población. Los tratamientos alimentarios y dietéticos deberían ser menos intrusivos y tener menos efectos secundarios que los tratamientos actuales, como los antidepresivos, e incluso tener un mayor impacto, ya que podrían afectar a múltiples áreas del sistema inmunitario en lugar de adoptar un enfoque específico.
Por desgracia, los tratamientos alimentarios y dietéticos podrían no interesar a las empresas farmacéuticas que ganan dinero con los fármacos para tratar los trastornos mentales. Por lo tanto, podría no haber fondos suficientes para promover la investigación sobre la dieta y la salud mental, lo que ralentizaría el progreso en este campo.