Consenso sobre el conflicto IsraelPalestina
El ataque de Hamas a Israel ha logrado algo que pocos otros acontecimientos han logrado en la última década: crear un amplio consenso en el panorama político de Estados Unidos, que de otro modo estaría profundamente dividido.
El debate político en Estados Unidos se alimenta de la indignación, por lo que una cantidad desproporcionada de atención, especialmente en las redes sociales, se ha centrado en un puñado de declaraciones pro-Hamas, incluidas algunas en campus universitarios. Esto ha hechado una sombra sobre el inusual nivel de acuerdo político.
Pero desde Alexandria Ocasio-Cortez, de izquierda, hasta Marjorie Taylor Greene, de derecha, los funcionarios electos han denunciado a Hamas. El presidente Biden y los líderes republicanos del Congreso, en desacuerdo en casi todos los temas, han pedido que se intensifique la ayuda a Israel, y Biden calificó el ataque de Hamas como “maldad pura”. Y la opinión pública de ambos partidos se ha inclinado en dirección a Israel.
Queda por ver si ese apoyo incondicional y abrumador es sensato: un debate insuficiente a veces puede llevar a los países a cometer errores graves, como descubrió Estados Unidos en la guerra de Irak. Tampoco está claro cuánto durará el consenso: un ataque terrestre a Gaza por parte de las fuerzas armadas de Israel podría ser largo y sangriento y dar un giro a la opinión pública.
Por ahora, sin embargo, el consenso está teniendo un impacto. Los funcionarios de la administración esperan aprovechar el moméntum para lograr que el Congreso apruebe nueva ayuda a Israel, tal vez acompañada de asistencia a Ucrania y medidas de seguridad adicionales para la frontera sur de Estados Unidos. Si esa estrategia funciona, proporcionará un ejemplo de cómo un shock externo a veces puede romper los estancamientos partidistas en Washington.
La mayoría de los estadounidenses, gran parte del tiempo, no prestan mucha atención al Medio Oriente y sus disputas.