El juego esta abierto para las elecciones del 2024
En Puerto Rico el total de ciudadanos que se mueven el día de las elecciones a votar ha ido en un descenso estrepitoso. En las elecciones del 2012 ejercieron su derecho al voto 1.9 millones de electores. En el 2016 lo hicieron 1.6 millones y en el 2020 votaron 1.3 millones de electores. Así, en un periodo de ocho años, donde se llevaron a cabo tres elecciones generales, se siguió un patrón o tendencia de una merma de 300 mil votantes por elección, sumando una reducción de 600 mil votantes.
Como se van viendo los números de exclusiones y nuevos inscritos, la tendencia antes descrita viene con fuerza a impactar las elecciones del 2024, lo que colocaría la participación electoral en estas próximas elecciones en un millón
de electores. Escuchó bien, vamos camino a que, en el 2024, quienes decidan la dirección del Gobierno de Puerto Rico por los próximos cuatro años serán entre novecientos (900,000) mil a un millón (1,000,000) de votantes. Piense que en el 2008 un solo candidato obtuvo un millón veinticinco mil votos (1,025,000).
Aún entre los electores regulares, esto es, las personas que en efecto se han movido a votar en las elecciones pasadas o se han movido a ponerse al día electoralmente, la participación se ha desplomado. En el 2012 solo participaron el 78.4 % de los electores clasificados como regulares, en el 2016 fueron 70 % y en el 2020 un 67.9 %. De estos electores, aquellos que votaron en las elecciones previas y que se les conoce como electores A1, el descenso es igual de marcado. En el 2012 votaron el 83.3 % de los electores que habían participado de la elección previa, mientras que en el 2016 lo hicieron el 73.1 % y ya en el 2020 dicha cifra rondaba el 69 %.
Esto quiere decir que el deporte de la política, que en un momento se decía era el principal deporte que se practicaba en Puerto Rico, va perdiendo adeptos en grande. La gente no solo no compra taquillas, sino que no van al evento, aún cuando les regalan las taquillas. Esto inclina la balanza en favor de aquellos candidatos y partidos que puedan movilizar adeptos, no tan solo de otros partidos, sino de la indiferencia electoral.