Bidenomics y las encuestas
Según las encuestas a nivel nacional, los votantes estadounidenses están sumamente preocupados por la economía. A su vez, la economía estadounidense de California a Nueva York, de San Juan a Michigan, rara vez ha estado más fuerte. Los números así lo demustran. Esas dos afirmaciones son difíciles de conciliar ya que son contrarias al sentido común.
¿Qué está pasando y cómo podría afectar las elecciones a un año de los comicios electorales?
A medida que la campaña se intensifica, economistas, politólogos y todo tipo de medios de comunicación han estado discutiendo la desconexión entre los datos económicos y los datos de las encuestas.
¿El estado de la economía está peor de lo que muestran las cifras o hay algo mal en las encuestas? Veamos.
El doctor Wolfers, profesor de la Escuela de Políticas Públicas Gerald R. Ford de la Universidad de Michigan recientemente lo explicó con la siguiente analogía: Supongamos que usted se hubiera quedado dormido a mediados del 2019 y hubiera despertado en estos pasados días. Al despertar, si usted fuera economista, lo primero que querría saber es lo que reflejan los datos más recientes.
Le sorprendería gratamente: que el desempleo, que estaba en un mínimo histórico en el 2019, se ha mantenido cerca de ese punto: 3.8 % en septiembre. La
economía ha crecido significativamente, incluso ajustándose a la inflación, lo que significa que los ingresos a nivel nacional han aumentado. Y quizás lo más sorprendente es que, por primera vez desde antes de la Gran Recesión, la distribución del ingreso se ha vuelto un poco más equitativa, ya que las mayores ganancias han ido a parar a los trabajadores con salarios bajos.
A fin de cuentas, usted descubriría que a la economía le está yendo mejor de lo que la mayoría de sus colegas habían predicho en el 2019.