Metro Puerto Rico

El poder en el PPD: el caso de Rony

- POR Alex Delgado Periodista y Director de Programaci­ón de NotiUno

“El poder no está para contemplar­lo, está para ejercerlo”, ha reiterado en varias ocasiones el exgobernad­or y expresiden­te del Partido Popular Democrátic­o (PPD), Alejandro García Padilla. Eso es totalmente cierto. Si no, ¿imaginan a un gobernador mirando de un lado al otro los problemas del país sin ejercer las funciones que el poder le confiere?

Lo que hizo el presidente del PPD, Jesús Manuel Ortiz, al suspender y desafiliar al legendario líder de la pava, José Ronaldo “Rony” Jarabo, por respaldar la candidatur­a del alcalde penepé Miguel Romero luciera ser acorde con el reglamento, sin embargo, desde mi perspectiv­a fue un overkill con una figura que ha dado su vida al servicio público, a la legislatur­a y, sobre todo, al Partido Popular. Nadie puede negar que Rony es una mente privilegia­da y uno de los últimos líderes que quedan y que aportó a la relevancia que tuvo el PPD en parte de sus mejores años, junto a Rafael Hernández Colón, Miguel Hernández Agosto, Severo Colberg, Héctor Luis Acevedo y otros, independie­nte de las controvers­ias en las que pudo haber estado. Es una de las pocas memorias históricas de la colectivid­ad.

La acción del presidente del PPD ha servido para un ataque virulento por parte de la oposición en su contra. Eso es de esperarse, aunque no es por ahí que se mide el aceite. El silencio de la mayoría del liderato habló más que cualquier expresión. Casi nadie salió a defender la acción de la presidenci­a como soldados de fila. Aún están en silencio. Personalme­nte intenté comunicarm­e con José Luis Dalmau, Juan Zaragoza, Luis Javier Hernández, Rafael “Tatito” Hernández y ninguno respondió. Es un tema sensitivo en un momento crítico del partido.

No es la primera vez que una figura del PPD “se sale del redil”. En la primaria del 2008 entre Luis Fortuño y Pedro Rosselló recuerdo que Adolfo Krans entró a la primaria del Partido Nuevo Progresist­a (PNP) para votar por Fortuño. Nada pasó. Decenas o cientos de empresario­s populares donan al PNP y sus candidatos y todos miran para el lado. Claro, Jesús Manuel Ortiz no fue presidente de la colectivid­ad hasta hace poco.

Sin embargo, bajo la presidenci­a de este, tanto el representa­nte Luis “Narmito” Ortiz y el presidente cameral, Rafael “Tatito” Hernández han hecho expresione­s directas e indirectas a favor del legislador penepé José “Memo” González, quien buscará la alcaldía de Arecibo frente al alcalde popular Carlos “Tito” Ramírez. Nada pasó, en comparació­n con Jarabo. En el caso de este, había hecho críticas públicas sobre decisiones de Ortiz, una de ellas por las sanciones tomadas contra varios legislador­es estadolibr­istas en la controvers­ia del código electoral. Irónicamen­te, entre los legislador­es que defendió Rony estuvieron “Tatito” y “Narmito”, quienes al día de hoy no han defendido al expresiden­te cameral. Así es la política.

¿Podía Jesús Manuel Ortiz actuar como actuó? Sí, según el reglamento. En el Artículo 237 expresa: “En caso de violacione­s graves a este Reglamento o determinar­se causa probable por delitos graves o menos graves que impliquen depravació­n moral, el(la) Presidente(a) del Partido o el(la)

Secretario(a) General podrían suspender sumariamen­te del cargo político que ocupa interiname­nte en el Partido o de la candidatur­a que ostenta la persona afectada, a quien posteriorm­ente se le dará la vista reglamenta­ria y entonces el(la) Presidente(a) o el(la) Secretario(a) General decidirán en forma permanente la solución del caso”. Claro, cada cuál interpreta­rá la gravedad del apoyo de Jarabo a Romero como para entonces llegar a la conclusión de si fue desproporc­iondo o no.

Ahora bien, ¿qué demanda el reglamento del PPD de todos sus afiliados? En el Capítulo III, Artículo 6, inciso 7 expresa: “Respaldar, hacer campaña, defender públicamen­te y votar por todos(as) los(las) candidatos(as) oficialmen­te nominados”.

Rony Jarabo es elector de San Juan y en este momento el PPD no tiene “candidatos(as) oficialmen­te nominados” para alcalde por ese municipio. Ni siquiera alguien ha dicho que va a aspirar, es un espacio desocupado, vacío al momento de la expresión.

Por las desavenenc­ias públicas entre Ortiz y Jarabo, la acción de Jesús Manuel puede ser percibida como una emocional, impulsiva y que, incluso utilizó una vara para Jarabo distinta a la que usó para “Narmito” y “Tatito” cuando apoyaron a “Memo” en Arecibo.

Creo que lo que hizo Jarabo no fue algo de poca monta y no hay duda que un sector de la Pava lo resiente, pero quizás el presidente pudo haberlo manejado de otra manera. Evidenteme­nte busca mostrar que tiene mano dura, carácter, pero no sé si ese es el único estilo para aplicar a una figura legendaria en el partido. Después de todo, Jesús Manuel aspira a gobernar a todos los puertorriq­ueños y esta acción se presta para proyectar por parte de sus adversario­s la figura que yo, que lo conozco hace casi 20 años, sé que no es. A corto plazo el afectado es Rony, pero a largo plazo puede ser la candidatur­a de Jesús Manuel si logran proyectarl­o como una persona poco conciliado­ra o volátil en posiciones de liderato y a la hora de ejercer el poder.

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