Cuestionan custodia de miles de grabaciones policiales
Está sobre la mesa cuestionamiento sobre si la herramienta es un arma de doble filo.
Directora de Kilómetro Cero
Cámaras corporales Transparencia Sectores discuten los impactos que pueden tener los innovadores equipos en el esclarecimiento de casos y en la privacidad de los ciudadanos.
Mientras la Policía de Puerto Rico asegura que el uso de las cámaras corporales mejora las relaciones entre los agentes y la comunidad, al tiempo que sirven como herramienta para evaluar las intervenciones policiales, la implementación de dichos equipos abrió la discusión sobre su efectividad y la privacidad de los ciudadanos.
El uso de las cámaras corporales por oficiales estatales comenzó en agosto de 2022–tras una asignación de fondos federales de alrededor de $247,000– aunque ya agentes de ciertos municipios, como Caguas, Mayagüez y Barceloneta, portaban los equipos.
“Es un arma de doble filo y, en algunos instantes, podrá ser positivo, pero no creo que vaya a transformar el ejercicio policial en Puerto Rico”, dijo Mari Mari Narváez, directora ejecutiva de la organización Kilómetro Cero, que monitorea el uso de fuerza de la Policía en Puerto Rico y busca reducir la brecha de poder entre el Estado y la ciudadanía.
Luego de la adquisición de las primeras 150 cámaras con fondos federales, la Policía de Puerto Rico compró, con fondos estatales, mil cámaras adicionales, de las cuales unas 800 ya se han distribuido a los agentes de Patrullas de Carreteras y de la Unidad Motorizada.
El secretario del Departamento de Seguridad Pública (DSP), Alexis Torres Ríos, informó que se encuentran en proceso de adquirir otras mil cámaras corporales, y continuarán los esfuerzos hasta que cada uno de los aproximadamente 11,750 agentes del Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR) cuente con una.
Torres Ríos aseguró que “la misión de este equipo tecnológico es crear confianza entre la ciudadanía y los compañeros de la Policía. Esa transparencia que es la que constantemente buscamos para demostrar que se está operando de la manera correcta”.
Por su parte, Narváez mostró escepticismo, pues indicó que “las cámaras pueden, en algunos momentos, tener algunos beneficios, pero, de la forma como los policías pueden utilizarlas, suelen ser para protegerse a ellos mismos. Ellos apagan las cámaras cuando a ellos les da la gana, aunque el reglamento se los prohíbe”, señaló.
Cada agente que porta estos equipos fue adiestrado, conforme a Torres Ríos. Asimismo, el secretario del DSP garantizó que los supervisores se encargan de monitorear el cumplimiento del reglamento por parte de los agentes.
“Las cámaras corporales tienen el potencial de mejorar las relaciones con la comunidad, fortalecer la confianza pública en la función policiaca, reducir el número de querellas administrativas, servir de herramientas en las investigaciones administrativas, y mejorar la capacitación y evaluación de los MNPPR”, lee el Reglamento para Regular el Uso de las Cámaras Corporales de los
Miembros del Negociado de la Policía de Puerto Rico (MNPPR).
Según las políticas de uso, si la intervención ocurre en un lugar donde la persona tiene una expectativa razonable de intimidad, no se podrá grabar, a menos que haya una Orden de Registro y/o Allanamiento o se esté cometiendo un delito.
Cuando el operador inicie la grabación, siempre que las circunstancias lo permitan o tan pronto le sea posible, deberá informarle, a la persona, que está siendo grabada
Abierto el debate sobre la efectividad de los equipos
“Hay una noción de que las cámaras (corporales) ayudan a la rendición de cuentas. No hay ninguna evidencia científica que hayamos encontrado que indique que el uso de cámaras corporales haya mejorado o reducido la violencia policial”, sostuvo Narváez.
Según una revisión sistemática de Campbell Collaboration, publicada en 2020, que resume la evidencia de 30 estudios sobre los efectos de las cámaras corporales en varias conductas de oficiales y de la ciudadanía, el uso de estos equipos no tiene efectos
consistentes o significativos sobre el uso de la fuerza por parte de los oficiales, en las actividades de arresto, en las actividades proactivas o autoiniciadas, o en otros comportamientos medidos.
Sin embargo, el comisionado de la Policía Municipal de San Juan, José Juan García Díaz, aseveró que las cámaras corporales han tenido un impacto positivo, pues son una herramienta clave en el esclarecimiento de casos controvertibles. Asimismo, indicó que la cantidad de querellas contra los agentes municipales ha disminuido desde la implementación de dichos equipos.
La directora ejecutiva de Kilómetro Cero señaló que “todo depende de cómo la Policía va a utilizar estas cámaras. Pero conociendo a la Policía de Puerto Rico, ellos no van a hacer un uso transparente de esas cámaras”.
“Entonces, si se dijera que es que ellos van a ponerse las cámaras y que cuando, por ejemplo, matan a un ciudadano en una intervención van a publicar ese vídeo inmediatamente para que el público tenga acceso a la grabación. Pero sabemos que ese no va a ser el caso porque esa no es la cultura que existe en esa agencia”, añadió.
Preocupaciones por el acceso a las grabaciones
Conforme al reglamento para el uso de dichos equipos, el responsable de la custodia material de las grabaciones es el NPPR. El contenido permanece almacenado en la “nube” digital por un año, a menos que la evidencia forme parte de un proceso legal activo; en dicho caso, el NPPR retendrá la grabación hasta que culmine el pleito.
Unas 446,000 intervenciones de la Policía Estatal han sido grabadas y permanecen en la “nube” actualmente. Además, cerca de 700 vídeos se han utilizado como evidencia en casos de delitos graves, y alrededor de 1,500 en casos de delitos menos graves.
En la ponencia titulada “Cámaras, policías y nuestros derechos: sobre el PC 450, Ley de Uso de Cámara de Video en Intervenciones de Funcionarios del Orden Público”, desarrollada por el abogado Diego Alcalá Laboy y Kilómetro Cero, estos sugieren que las imágenes almacenadas deberían estar bajo la custodia de una entidad independiente a aquella que las recolectó.