2024 y la democracia: ¿qué esperar?
En 2024, por primera vez, más de la mitad de la población mundial celebrará elecciones nacionales. Este hito debería marcar un momento significativo para la democracia.
Más de la mitad de la población mundial podrá participar en elecciones nacionales este año. En Estados Unidos, las elecciones presidenciales acapararán la atención mundial, ya que no solo determinan el liderazgo de la mayor economía del mundo, sino que también tienen implicaciones de gran alcance para la diplomacia internacional y las políticas de seguridad. India, la democracia más poblada del mundo, también se prepara para las elecciones generales, un acontecimiento que influirá en la trayectoria económica y estratégica del sur de Asia. Mientras tanto, las elecciones presidenciales rusas serán objeto de un estrecho seguimiento para conocer el futuro de su política interior y exterior. Del mismo modo, se espera que las elecciones en Indonesia, Pakistán, Bangladesh y México tengan importantes repercusiones regionales y contribuyan a configurar el orden económico y geopolítico mundial.
“Es probable que las elecciones taiwanesas ejerzan más presión sobre Taiwán porque el partido ganador está a favor de una relación menos estrecha con China. En Estados Unidos, si gana Trump el país puede convertirse en una democracia antiliberal. Incluso si gana Biden, Trump, durante la campaña, habrá roto aún más normas políticas, lo que hará más difícil el compromiso”, dijo Ivan Eland, director del Center on Peace & Liberty de The Independent Institute, en Estados Unidos.
Añadió: “En el Reino Unido, el Partido Laborista está muy por delante del Partido Conservador, empoderado desde hace mucho tiempo, en las encuestas de opinión pública, y probablemente introducirá un cambio masivo hacia los programas sociales y la regulación económica si gana”.
A pesar del número récord de votantes potenciales, las perspectivas para las democracias liberales son sombrías.
“Debido a las dificultades asociadas a la recuperación de la pandemia del COVID-19, a ningún país parece irle tan bien como antes y los electorados parecen dispuestos a buscar alternativas a la cita del estatus”, explicó a Metro Nicholas J. Cull, profesor de Diplomacia Pública de la Escuela de Comunicación y Periodismo Annenberg de la USC (Estados Unidos).
Y concluyó: “Creo que parte de la razón por la que la democracia está en crisis en estos momentos es el cambio en el consumo de medios de comunicación hacia plataformas de medios sociales cuyas audiencias aún no han desarrollado el escepticismo necesario para evitar la manipulación. También vemos que problemas en todo el mundo como la migración, el clima y la desigualdad económica que solo pueden resolverse mediante la cooperación siguen sin resolverse y que los electorados se oponen a su respectivo statu quo. Todo ello genera una desilusión generalizada”.
“Debemos prestar especial atención al auge de la inteligencia artificial como impulsora de mensajes no auténticos en Internet y como mecanismo para crear imágenes falsas perturbadoras”.
NICHOLAS J. CULL profesor de Diplomacia Pública en la Escuela Annenberg de Comunicación y Periodismo de la USC