Flores comestibles: Coloridas y funcionales en la cocina
Las flores comestibles se pueden consumir de manera segura y se utilizan en diversas preparaciones culinarias.
Lynet Santiago-Túa
No solo aportan belleza estética en la industria gastronómica sino también son saludables y contienen compuestos de acción terapéutica. Las flores comestibles son coloridas, hermosas y se pueden consumir de manera segura en diversas preparaciones culinarias.
Además de aplicarse para decorar platos y cócteles, las flores comestibles añaden color, fragancia y sabor a las ensaladas, sopas, postres, entradas y bebidas, explicó Angelie Martínez Santana, cofundadora de Frutos del Guacabo, una empresa familiar que fundó junto con su esposo, Efrén David Robles Álvarez.
Ambos comenzaron con una pequeña finca para el desarrollo de productos hidropónicos en 2010. La innovación de la finca incluyó la producción y desarrollo de flores comestibles, microbrotes y crianza-manejo de animales especialmente caprinos para elaborar queso.
Actualmente ofrecen divertidas experiencias agroturísticas y educativas, a través de recorridos por la finca para apreciar la diversidad de flores comestibles que cultivan, las cuales se consumen en muchos restaurantes y hoteles, a los que suplen alrededor de la isla.
Albahaca, Anís, Cosmos, Blue Thai Peas, Claveles, Violas, Lemon Drops, Marigolds, Pentas, Nasturtiums, Celosías, Amaranto y Zinnias, son algunas de las coloridas plantas que cultivan.
“Trabajamos con productos specialties que no se ven comúnmente en otras fincas, y entre estos están las flores pequeñas, hierbas, microgreens y los sprouts”, describió la empresaria.
De acuerdo a Martínez, muchas de las plantas también son medicinales.
“Tengo una que se vende muy bien que es la Butterfly Pea
Flower. Es una flor violeta/azul y es bastante medicinal. Tiene la misma cantidad de antioxidantes que un té verde. En Asia se utiliza de forma medicinal pero acá la utilizamos más para decorar. Esta flor en particular transfiere su color azul a lo que tú quieras, ya sea arroz, pasta, bizcocho, pero también si haces una bebida con ella, una infusión, y le añades limón y toronja, se torna violeta. Es una flor bien interactiva”, abundó.
Asimismo, destacó la f lor Lemon Drops, la cual se utiliza para limpiar el paladar de forma similar al jengibre.
“Esta flor es amarilla y cuando tú la pruebas, el cerebro entiende que tiene algo en la boca. Tiene un ingrediente que hace que el cerebro entienda que tienes algo en la boca que está atacando y activa las glándulas salivales. Terminas con un paladar limpio como si te hubieras hecho un enjuague bucal. Esta la utilizamos para cuando hacemos degustaciones en la finca”, explicó.
“Trabajamos las Violas, las Pansy (flor de azúcar), que son para dulces y bizcochos. También trabajamos Menta y Cosmos. Tengo tres variedades de Cosmos. También tenemos las Phlox, que son bien delicadas y la Menta piperita, que es bien interactiva. Cuando tú la comes, sientes en la boca un sabor fuerte, que también te llega a la nariz”, ilustró sobre la gama de flores comestibles.
La pareja lleva 14 años desarrollando la finca.
“Vengo de la industria farmacéutica, soy química de profesión, y mi esposo es mecánico industrial. Pero decidimos poner un negocio que tuviese un impacto en la sociedad y por eso nos fuimos por la rama de la agricultura. Empezamos con hidroponía, y luego de eso, vimos una necesidad en el mercado, y empezamos a adquirir productos de otros agricultores en la isla”, destacó la experta.