Familias latinas lloran a obreros muertos en puente colapsado
Los trabajadores eran residentes de esta zona y provenientes de México y Centroamérica.
Los trabajadores de la construcción desaparecidos tras el derrumbe de un puente en Baltimore, Maryland, eran residentes de la zona provenientes de México y Centroamérica.
La policía logró cerrar el puente al tráfico segundos antes de que un buque de carga se estrellara contra uno de los pilares de sostén del puente Francis Scott Key Bridge el martes por la madrugada. El puente se derrumbó a las aguas gélidas del río Patapsco sin dar tiempo a los trabajadores de mantenimiento que llenaban baches a huir y ponerse a salvo.
De las ocho personas que cayeron al agua, dos fueron rescatadas. Las otras seis están desaparecidas y se las da por muertas, y la búsqueda de los cuerpos continuaba el miércoles.
Los gobiernos de México, Guatemala, El Salvador y Honduras confirmaron que hay ciudadanos suyos entre los desaparecidos.
Maynor Yassir Suazo Sandoval, de 38 años, era el menor de ocho hermanos de Azacualpa, una zona rural montañosa del noroeste de Honduras en la frontera con Guatemala.
Hace 18 años partió hacia Estados
Unidos en busca de oportunidades. Trabajó como técnico industrial en Honduras, reparando equipos en las grandes maquiladoras, pero el salario era muy bajo para salir adelante, dijo uno de sus hermanos, Martín Suazo Sandoval, parado en el camino de tierra frente al pequeño hotel familiar en Honduras. Agregó que su hermano era un emprendedor y muy trabajador.
Otros hermanos y parientes lo siguieron al norte.
“Él fue un pilar fundamental, un bastión para que otras personas de la familia también pudieran viajar hacia allá y luego obtener visas y todo. Entonces él fue prácticamente un impulsor para que la mayoría la familia pudiera viajar”, dijo Martín. “Él fue prácticamente un impulsor para que la mayoría de la familia pudiera viajar”.
Maynor estaba casado y tenía dos hijos, de 17 y 5 años. La pandemia lo obligó a buscar otro trabajo, y lo contrató Brawner Builders, la empresa que hacía trabajos de mantenimiento en el puente cuando se derrumbó.
Su hermano dijo que Maynor nunca habló de tener miedo del trabajo, a pesar de las alturas a las que trabajaba en los puentes. Siempre nos decía que había que
“Él fue un pilar fundamental, un bastión para que otras personas de la familia también pudieran viajar hacia allá y luego obtener visas y todo”.
MARTÍN SUAZO Hermano de trabajador
hacer el triple para salir adelante, contó Martín. Él decía que no importaba la hora ni dónde estaba el trabajo, tenías que estar donde estaba el trabajo, agregó.
Hasta entonces, las cosas marchaban bien para él. Estaba haciendo los trámites para conseguir la residencia legal y planeaba regresar a Honduras este año para completar el proceso, dijo su hermano.
El empleador de Maynor dio la noticia a la familia, provocándole una profunda tristeza, sobre todo a la madre, que aún vive en Azacualpa, dijo Martín.
“Son momentos difíciles y lo único que nosotros mantenemos es la fe”, dijo. Señaló que su hermano menor sabía nadar y podría haber ido a parar a cualquier parte.