¿Quemado en el trabajo? Quizás estás aburrido
Todos hemos escuchado hablar del engagement en el trabajo, ese estado de realización personal relacionado al empleo que se caracteriza por altos niveles de energía y sentir un alto nivel de orgullo por lo que se hace y que el tiempo pasa volando.
“Es como estar enamorado del trabajo. Es el sentimiento de una persona que está haciendo lo que le apasiona”, añade el doctor Ramón Rodríguez Montalbán, director del Programa de Psicología Industrial Organizacional de la Universidad Carlos Albizu (UCA), quien agrega que ese es el tipo de empleado que todo patrono quisiera.
De acuerdo con el psicólogo industrial organizacional, cuando un empleado se siente apoyado por la organización y sus pares, cree en sus propias capacidades y se siente motivado. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando el empleado siente exactamente lo opuesto al engagement, o sea, aburrimiento?
“Un empleado aburrido tiene la sensación de que el trabajo carece de sentido y que no es importante”, destaca, el también investigador, al mencionar que, a diferencia del engagement, donde el tiempo pasa volando, cuando el empleado se siente aburrido se genera una distorsión del tiempo. “Es decir, el tiempo pasa lentamente porque la actividad laboral resulta tediosa y de poco interés”, señala.
¿Quemado o aburrido?
Según el doctor Rodríguez Montalbán, la quemazón laboral, o burn-out, es una respuesta psicológica en la que el empleado ha sido expuesto durante un largo tiempo a altos niveles de estrés, ya sea por tener demasiada carga de trabajo o porque le piden que haga algo que no sabe hacer.
“Estas exigencias laborales generan una respuesta de estrés prolongado que ocasiona agotamiento emocional, falta de energía, distanciamiento psicológico del trabajo y hasta cinismo”, comenta. Como consecuencia, puede que el empleado se sienta completamente consumido y sin energías, explica el doctor Rodríguez Montalbán, quien, junto al doctor Miguel Martínez, realizó una investigación sobre la relación entre la quemazón y el aburrimiento en el ámbito laboral en el año 2016.
“Encontramos que los empleados que pasan mucho tiempo aburridos tienden a quemarse porque no tienen nada que hacer en sus trabajos. Sentirse aburrido, ya es, de por sí, un factor estresante”, precisa, a la vez que señala que el empleado puede dudar de sus capacidades y sentir que está perdiendo el tiempo.
¿Por qué se da el aburrimiento laboral?
Explica el psicólogo industrial organizacional, que el aburrimiento laboral puede darse por diversas situaciones. La más común es, quizás, la más obvia: el flujo de trabajo no es muy alto.
Otro aspecto relevante, y que se ve mucho en la isla, se relaciona con la sobrecualificación del empleado, o cuando su preparación académica está por encima de las exigencias del trabajo que realiza. “Esa descompensación también genera aburrimiento”, recalca el catedrático, quien, recientemente, presentó una investigación sobre este tema en Valencia, España. Añade que en estos casos, la persona desarrolla estrategias para afrontar el aburrimiento, ya sea realizando tareas personales en sus horas de trabajo, como estudiar o acceder a las redes sociales o, en el peor de lo casos, abandonar el trabajo.
¿Cómo prevenir el aburrimiento laboral?
A nivel organizacional, el doctor Rodríguez Montalbán recomienda que las empresas diseñen puestos donde los empleados engranen con el trabajo. Otra cosa que se puede hacer es tratar de desarrollar variedad de tareas y rotar las funciones entre los empleados. “De esa manera, se desarrollan las competencias de todos los empleados y, a la vez, se evita el aburrimiento”, recalca.
De otra parte, los empleados pueden identificar qué les hace sentir satisfechos. “Eso se conoce como el salario psicológico”, dice el catedrático.
“Facundo Cabral dijo: ‘El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar’. Cuando trabajas en lo que te apasiona no es trabajo, es disfrute”, finaliza diciendo el doctor Rodríguez Montalbán.
El aburrimiento laboral es una realidad. Te explicamos cómo identificarlo y qué puedes hacer para evitarlo