Para romper el ciclo de la violencia de género
Recientemente, los médicos miembros de la Academia Americana de Pediatría reafirmaron la advertencia sobre los efectos del castigo físico y emocional en los niños, y recalcaron que estos perpetúan el ciclo de violencia y solo hace que los niños actúen violentamente por su cuenta con otros compañeros o hacia sí mismos. La AAP hizo el anuncio luego de actualizar un informe de 1998 donde ya recomendaba a los cuidadores que eligieran otros métodos de modificación de conducta que no fuese el castigo corporal. También refieren otras formas de dolor, como insultos o humillaciones, como contraproducentes.
Por su parte, el análisis más completo sobre este tema, elaborado por la Universidad de Texas en Austin y la Universidad de Michigan, y difundido en 2016, también concluyó que cuantos más golpes reciben los niños, más probabilidades existen de que experimenten comportamiento antisocial, agresión, problemas de salud mental y dificultades cognitivas.
Es necesario fomentar formas saludables de disciplina que incluyan establecer límites o expectativas claras por adelantado o premiar el comportamiento positivo. Además, se hace imprescindible educar a los niños y las niñas para romper los ciclos de violencia que se han ido perpetuando en nuestra sociedad. Para ello, los padres, los cuidadores y los educadores pueden buscar fuentes de apoyo y enseñarles a los más chicos sobre lo que significa la violencia de género y el machismo desde la perspectiva infantil y estimular un diálogo abierto, franco y realista sobre este mal, del cual, tanto niños como niñas también son víctimas. Lecturas recomendadas para comenzar: “El Monstruo” (Lóguez Ediciones), de Daniel Martin e ilustrado por Ramón Trigo, libro que puede ser muy útil para tratar el tema de la violencia doméstica en la escuela; y “Los hombres no pegan” (Edicions Bellaterra), un cuento sobre la violencia familiar y de género escrito por Beatriz Moncó e ilustrado por Mabel Piérola. receta rápidamente y regresar por una nueva receta antes de lo esperado. La farmacogenómica puede reducir o eliminar el estigma de la "búsqueda de drogas" que podría atribuirse injustamente a tales pacientes y brindar la oportunidad de adaptar la terapia con medicamentos. En 2019, con un mayor acceso a las pruebas genéticas, la farmacogenómica está lista para hacer avances significativos en la medicina de precisión y, potencialmente, poner fin a la crisis.