LA DIETA LIBRE DE TÓXICOS
“Hoy es el primer día del resto de tu vida”. Seguro que has escuchado esta frase y te recomiendo que la escribas donde la puedas ver cada mañana porque encierra la única certeza que tenemos: solo contamos con este día para vivir. Mañana no sabemos. Entonces, debemos plantearnos muy seriamente cómo deseamos vivir lo que nos quede, no importa cuánto sea.
Te pregunto: ¿si supieras que hoy es tu último día de vida, ¿cómo quisieras pasarlo? Seguro que querrás disfrutar de lo que te hace más feliz y marcharte con la conciencia tranquila de que lo viviste con plena satisfacción, ¿no? Pues la clave está en enfocarte en lo único que puedes controlar en tu vida: a ti mismo.
Sabemos que hay muchas situaciones en la vida sobre las que tenemos poco o ningún control. Sin embargo, sí tenemos el poder de elegir nuestras emociones, nuestras reacciones a lo que nos ocurre y los sueños por los que deseamos luchar. Somos libres para serle fiel a nuestra conciencia por encima de todo. Como dijo Nelson Mandela sobre los 27 años que sobrevivió en paz al encarcelamiento por sus ideas: “Yo fui el capitán de mi espíritu”. Por eso debemos identificar bien lo que no va con nuestra conciencia.
He convertido este norte en mi única resolución de vida para todos los días que me queden: eliminar toda fuente tóxica sobre la que tengo control.