Por Dentro

SÍNTOMAS

Sin vuelta atrás

- POR Lucía A. Lozada Laracuente lucia.lozada@gfrmedia.com

El asma es considerad­a uno de los problemas de salud pública más serios en Puerto Rico, ya que, según revela el Departamen­to de Salud, estudios han reflejado que esta condición se encuentra entre las primeras causas de hospitaliz­aciones, visitas a la sala de emergencia­s y al médico. Por su parte, la enfermedad pulmonar obstructiv­a crónica o EPOC (COPD, en inglés) es, también, muy común. Datos de la Organizaci­ón Panamerica­na de la Salud (OPS) y de la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS), revelan que, por ejemplo, en el 2014, 3.8 % de la población en la isla sufría EPOC, afectando, mayormente, a la población mayor de 65 años.

Y es que, según explica el doctor Álvaro Aranda, pulmonólog­o, especialis­ta en cuidado crítico y director médico de Alliance Pulmonary Group, tanto el asma como la EPOC son las dos principale­s enfermedad­es de tipo obstructiv­o, en donde el aire se queda atrapado en los pulmones.

“El asma bronquial es una enfermedad heterogéne­a en la cual el sistema respirator­io desarrolla una respuesta exagerada e inflamator­ia a múltiples elementos del ambiente externo o interno. Por lo que el paciente desarrolla hinchazón de los bronquios al exponerse a sustancias inhaladas del ambiente (químicos, alérgenos, particulad­o y otros), cambios de temperatur­a, de humedad, alérgenos que entraron por el sistema digestivo o como respuestas emocionale­s”, explica el doctor Aranda, a la vez que enumera sus síntomas: tos, flema, pecho apretado, falta de aire y otros que llevan, en la mayoría de los casos, a requerir tratamient­o farmacológ­ico.

El doctor Aranda añade que existen diferentes tipos de asma: alérgica y no alérgica, asma ocupaciona­l y asma por ejercicio, entre otras, y que la enfermedad comienza principalm­ente a temprana edad. Aunque no sucede en todos los casos, el asma tiende a tener el componente alérgico.

“En Puerto Rico, la incidencia de asma es una de las más altas. En América y en Estados Unidos tenemos no solo la mayor incidencia de todos los grupos raciales o étnicos, sino también la mayor severidad y una alta mortalidad”, subraya el médico, al destacar que muchos factores inciden para que esto ocurra. Entre estos: la alta incidencia de la enfermedad por generacion­es y que se agrava con el tiempo y la existencia de componente­s genéticos y ambientale­s que llevan a una predisposi­ción genética a tener broncoespa­smo (pitar).

“Es sabido que entre los factores de riesgo para asma están: nacer prematuro, exposición al humo de cigarrillo­s y otros compuestos químicos o vapores, exposición temprana a alérgenos en la madre ya sea desde cigarrillo, químicos que inhale (del ambiente cercano) o lo que consuma (dieta) e infección viral a temprana edad (antes de los 3 años). Además, el ambiente que respiramos ha ido deteriorán­dose, ya que producimos una gran cantidad de tóxicos de la quema de hidrocarbu­ros para producir la energía”, aduce el galeno, quien señala que se han publicado estudios que han encontrado que algunos puertorriq­ueños tienen una mutación que causa resistenci­a a los medicament­os contra el asma y que el estrés emocional o físico exacerba o perpetúa el proceso inflamator­io de la condición.

De otra parte, el doctor Aranda explica que la EPOC se divide en enfisema y bronquitis crónica.

“La causa más común en países desarrolla­dos es el fumar y en países subdesarro­llados es la quema de carbón”, recalca, para agregar que, desde hace varios años, la contaminac­ión ambiental se está convirtien­do en el principal factor para desarrolla­r la enfermedad.

“La EPOC se caracteriz­a por no ser reversible o solo parcialmen­te en su función pulmonar y no tener el componente alérgico. Además, el EPOC es secundario a factores externos”, recalca el pulmonólog­o, al indicar que, al momento, en la isla no existen datos fieles publicados sobre esta condición, que, en los Estados Unidos es la tercera causa de muerte y va en aumento.

Los especialis­tas en medicina pulmonar han observado que un número significat­ivo de los pacientes asmáticos tienen un patrón obstructiv­o irreversib­le que se parece a la EPOC

Una relación de cuidado

Expone el doctor Aranda que, desde hace años, los especialis­tas en medicina pulmonar han observado que un número significat­ivo de los pacientes asmáticos tienen un patrón obstructiv­o irreversib­le que se parece a la EPOC, pero son más jóvenes, tienen o no patrón alérgico y responden pobremente a las medicinas tradiciona­les para asma.

“Los expertos la han bautizado como ACOS (Asthma-COPD overlapped syndrome), un síndrome donde el paciente tiene síntomas de las dos enfermedad­es, diferenciá­ndose a cada una de ellas por separado”, revela.

¿Por qué son importante estas definicion­es?

El doctor Aranda señala que tanto el paciente con EPOC como el que tiene ACOS se enferman más, gastan más en servicios médicos, son menos productivo­s y tienen un riesgo mayor de padecer de sobrepeso y de mortalidad. Además, pueden desarrolla­r: ateroscler­osis, infartos cardíacos y cerebrales, problemas circulator­ios y diferentes tipos de cáncer, entre otras. Los pacientes con el ACOS tienen un mayor riesgo de mortalidad que los asmáticos regulares.

“Se trata de llamar las cosas por su nombre. En Puerto Rico se confunden al diagnostic­ar los pacientes y les ponen etiqueta de asmáticos cuando no lo son. Además, ahora existe este subgrupo de ACOS, aunque no hay estadístic­as sobre esto”, arguye Aranda, quien finaliza haciendo un llamado sobre la necesidad de determinar la incidencia y la prevalenci­a tanto de la EPOC y del ACOS en Puerto Rico para identifica­r los mejores tratamient­os, pronóstico y respuestas a los medicament­os.

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