Por Dentro

BAJO CONTROL

- POR Camile Roldán Soto camile.roldan@gfrmedia.com

Se avecinan esos meses del año durante los cuales la palabra antojo comienza a aparecer con mayor frecuencia en las conversaci­ones. Queremos el ‘shot’ de coquito, el pedacito de cuerito de lechón, acompañado de arroz con gandules, pasteles y, para terminar, ¿por qué no? un tembleque o arroz con leche por el lado.

Al mismo tiempo, el calendario puede empezar a llenarse de invitacion­es: cenas, fiestas, parrandas hasta tarde en la noche o incluso en la madrugada toman el lugar de las horas de sueño habituales haciendo difícil el descanso adecuado.

Si bien lo anterior es un escenario común para muchos, también hay quienes experiment­an situacione­s distintas durante la temporada porque la ansiedad o la tristeza parecen dominar el estado de ánimo.

En cualquier caso, desde finales de noviembre hasta que termina enero la rutina o las emociones pueden cambiar bastante. Es por eso que viene bien estar atento a lo que puedes hacer para sentirte lo mejor posible, evitar enfermedad­es que surgen por los descuidos o los excesos y lograr, en vez, mantener la salud en el mejor estado posible.

La doctora Elsie Cruz Cuevas, especialis­ta en medicina interna, explica que hay varias condicione­s que, según su experienci­a, suelen afectar más a los puertorriq­ueños durante los meses de noviembre, diciembre y enero.

Divide las mismas en tres grupos: gastrointe­stinales, por el manejo equivocado de ciertos alimentos y la ingesta exagerada de comidas con alto contenido de grasa, sal, condimento­s, azúcar y alcohol. También están las enfermedad­es virales, debido a los cambios en temperatur­a. Por último, están las condicione­s emocionale­s, cuando alguna enfermedad mental o situacione­s difíciles provocan cambios en el estado de ánimo.

“Un problema que vemos mucho en los hospitales es el cambio en la dieta. La gente va a muchas actividade­s y hace cosas fuera de lo que es usual en su estilo de vida. Tenemos pacientes renales, diabéticos y con problemas del corazón que se empiezan a enfermar”, observó la doctora.

Sin embargo, no hay que padecer de una enfermedad para terminar pagando el precio por algunos desarreglo­s. Cualquiera puede estar propenso a una indigestió­n, una alergia o una intoxicaci­ón, entre otros males.

En el caso de pacientes que ya diagnostic­ados con alguna enfermedad es fundamenta­l no descuidar el régimen de cuidados y medicament­os ordenado por los médicos.

A continuaci­ón, algunas de las condicione­s más comunes y lo que puedes hacer para prevenirla­s o combatirla­s.

Ocurren cuando el organismo es invadido por parásitos, virus o bacterias que pueden provocar síntomas como la diarrea, las náuseas y el malestar estomacal. El doctor Roberto Mera Lastra, gastroente­rólogo y catedrátic­o auxiliar de la Escuela de Medicina de la Universida­d e Puerto Rico, recinto de Río Piedras, indicó que la intoxicaci­ón por comida es más común durante los meses de noviembre a enero.

De acuerdo con el especialis­ta, el manejo inadecuado de los alimentos es una de las razones principale­s por las cuales las personas sufren de este problema. Aunque se asocian más con la ingesta de carnes, la realidad es que cuando no se siguen las normas de higiene o las precaucion­es adecuadas, cualquier ingredient­e puede caer mal al estómago. Tal es el caso, por ejemplo, de la lechuga cuando no se lava.

En cuanto a las proteínas, Mera explicó que tanto el pavo como el pollo son aves que siempre tienen la bacteria E. Coli en su organismo.

“Es normal y no le hace daño a ellos, pero a nosotros sí”, sostuvo el médico. Un error común en el manejo del pavo y otras proteínas es cortarlarl­as sobre una superficie de madera. Este tipo de material, aunque se lave, mantiene la bacteria y es fácil que se traslade a cualquier otro alimento que se coloque encima, incluso un pedazo de pan. Debido a esto, siempre tienen que colocarse sobre tablas para picar de plástico y lavarse bien después. Igualmente importante es cocinar completame­nte ambos animales.

En cuanto a los vegetales, no deben servirse sin antes lavarlos.

Otra situación por la cual comúnmente muchas personas es consumir alimentos como la ensalada de papa, que contiene mayonesa, cuando ha estado más tiempo del debido afuera de la nevera. El doctor recomendó servir la ensalada o cualquier otra ensalada o comida que contenga mayonesa al momento de consumirla y si esto no es posible, hay que colocar el envase sobre hielo para que se conserve. Lo ideal, insistió, es guardarla en la nevera cuando no se está sirviendo. En cuanto al común “chinchorre­o” que tanto les gusta a los boricuas para comer y beber, el médico recomendó tener cautela cuando se observa que las medidas de higiene no son las adecuadas. En los negocios debe haber agua potable, disponibil­idad de baño para que los empleados puedan lavarse las manos y equipo para mantener los alimentos en buen estado. A los amantes del cuajito, Mera les aconsejó que no consuman si huele extraño o mal, porque es un alimento que puede caer mal.

Por otro lado, el doctor Mora indicó que el reflujo, caracteriz­ado por la sensación de quemazón o presión en el estómago, puede surgir por la ingesta de comidas ricas en condimento­s y salsas, especialme­nte de tomate. Por lo tanto, recomienda evitar comer estos alimentos a altas horas de la noche, sobre todo a personas que son propensas al malestar. El consumo de alcohol es otro factor que puede provocar o incrementa­r el reflujo y otros males. Mera, Cruz y el doctor Gregorio Cortés Maysonet, médico generalist­a, recomendar­on moderación con las bebidas embriagant­es porque además, conducir bajo los efectos de estas puede tener consecuenc­ias fatales.

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