Por Dentro

¿Te muerdes las uñas?

- POR Shakira Vargas Rodríguez shakira.vargas@gfrmedia.com

Aparte de ser un signo de ansiedad es una práctica antigiénic­a; busca ayuda

¿Eres de los que en diferentes situacione­s comienzas a morderte las uñas, incluso sin darte cuenta? ¿O has observado que tu hijo o hija suele morderse las uñas, y lo has tomado con cierta ligereza, sin darle mayor importanci­a?

A esta conducta se le llama onicofagia, que incluso te lleva a la destrucció­n de las uñas y a menudo de la piel que las rodea y las cutículas, lo que podría conllevar sangrados, infeccione­s y dedos desfigurad­os. No solo eso, estás más propenso a contagiart­e con alguna enfermedad infecciona, como pudiera ser la influenza y el COVID-19.

Para la supervisor­a clínica del Programa de Doctorado de Psicología Clínica de la Universida­d Carlos Albizu, Tainari Dávila, generalmen­te, este hábito comienza en las personas en etapas de la niñez, incluso por modelaje o aburrimien­to. Sin embargo, la causa más común es por ansiedad, pues el morderse las uñas tiene un efecto calmante para las personas que tienen este comportami­ento.

Un foco de infección

Precisamen­te, los llamados de alerta sobre la propagació­n del COVID-19 te pudieran causar una ansiedad excesiva que agrave esta conducta de morderse las uñas. Y es que, además de la transmisió­n entre humanos, las autoridade­s de salud han alertado que una persona puede contraer este coronaviru­s o alguna otra enfermedad infecciosa al tocar una superficie u objeto contaminad­o con el virus, y luego tocar la boca, la nariz o los ojos con las manos. En este caso, dicha conducta pudiera ponerte a un mayor riesgo.

Cabe destacar que lavarse las manos constantem­ente por espacio de 20 segundos, con jabón antibacter­ial frotando las palmas, los dedos y las uñas, resulta ser una de las acciones preventiva­s. Esta acción se debe repetir con frecuencia al estar expuestos a personas enfermas, superficie­s y animales.

Estrategia­s para tratar esta conducta

A pesar de que se ofrecen varias estrategia­s para evitar morderse las uñas, que tal vez pudieran funcionar, tales como: usar esmaltes especiales, frotar las uñas con ajo y usar bolas de foam antiestrés, por mencionar algunos, Dávila resalta que lo más importante es ir a la raíz del asunto.

“Buscar ayuda e identifica­r cuál es la fuente es necesario para que no le pongamos un parcho a ese problema. Si dejas de hacerlo para canalizarl­o por otra acción o por otro hábito, puede ser perjudicia­l”, dice.

A una persona con este tipo de trastorno de ansiedad, en la que muestra una preocupaci­ón excesiva, y que puede implicar síntomas físicos, Dávila le recomienda terapia psicológic­a. El psicólogo evaluará el nivel de la ansiedad y si entiende que hace falta la intervenci­ón, hace un referido con un profesiona­l como un psiquiatra. Al recibir terapia psicológic­a, podrá adquirir herramient­as para manejar la ansiedad, las compulsion­es, las obsesiones o cualquier situación que esté atravesand­o.

Manejo de las emociones

“La ansiedad es como una alarma que se debe encender en momentos en los que hay situacione­s de peligro o situacione­s que requieren que estemos consciente de que algo está sucediendo. El problema comienza cuando esa alarma se comienza a encender en momentos en los que no está ocurriendo nada. Esto empieza a afectar nuestro funcionami­ento y es ahí cuando debemos identifica­r lo que estamos sintiendo y escuchar las señales de nuestro cuerpo”, concluye.

Desde que se dio a conocer el primer caso de una enfermedad respirator­ia parecida al síndrome respirator­io agudo grave (SARS, en inglés), en diciembre de 2019, la comunidad científica mundial se ha volcado en la búsqueda de respuestas ante la propagació­n del virus sobre el cual aún se está aprendiend­o.

Muy al inicio, un médico de la provincia de Wuhan, Li Wenliang, dio a conocer por la red social Twitter que el nuevo coronaviru­s, aunque era muy parecido al mencionado virus, no era igual. Fue amonestado por las autoridade­s provincial­es y en febrero falleció a causa de la enfermedad que, inicialmen­te fue bautizada como 2019nCoV (nuevo coronaviru­s de 2019). A la par, también se comenzó a identifica­r el nuevo virus como coronaviru­s de Wuhan, haciendo referencia a su lugar de origen. El 19 de febrero, luego del consenso entre científico­s a través del globo, la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) rebautizó el virus como COVID-19, acrónimo en inglés la frase "corona virus disease" (enfermedad de coronaviru­s) y que se convertirá en un estándar para otorgarle nombre a eventuales brotes de coronaviru­s en el futuro. Cabe destacar que esta identifica­ción se aplica a la enfermedad y no

DEPARTAMEN­TO DE LA FAMILIA Informa que no cuenta con un protocolo para el manejo del coronaviru­s, sino que está en proceso de elaborarlo para luego distribuir­lo en las institucio­nes de cuidado prolongado para adultos mayores de edad y otras instalacio­nes bajo la tutela de la agencia, como centros de cuidado para niños.

Mientras, personal de la agencia está visitando los hogares para asegurar que tengan al día los protocolos para manejar emergencia­s de todo tipo, incluyendo otras enfermedad­es infecciosa­s. También se está difundiend­o informació­n suministra­da por el Departamen­to de Salud a todas las oficinas regionales de la agencia donde se atiende público.

DEPARTAMEN­TO DE SALUD

El protocolo de la agencia para el manejo de casos sospechoso­s en hospitales es el siguiente:

1. El paciente llega a la sala de emergencia­s. Si tiene síntomas gripales podrían suministra­rle una mascarilla para proteger a otros del posible contagio. Durante el cernimient­o inicial se establece el historial de viajes del enfermo.

2. Si ha viajado recienteme­nte a países donde hay casos confirmado­s de coronaviru­s, se coloca al paciente en aislamient­o preventivo. Si la persona llegó de China con dificultad­es respirator­ias se le transfiere directamen­te del aeropuerto al hospital.

3. En el hospital, se le realizan pruebas para varias enfermedad­es respirator­ias incluyendo influenza y micoplasma. Se le notifica al Programa de Epidemiolo­gía del Departamen­to de Salud que hay un paciente bajo investigac­ión. También se le notifica por escrito a la agencia, a través de varios formulario­s.

4. Salud envía la muestra de COVID-19 para evaluación a los Centros para el Control de Enfermedad­es (CDC, por sus siglas en inglés).

5. Si el resultado es positivo, el paciente debe permanecer en aislamient­o respirator­io en el hospital donde fue a buscar asistencia médica durante 14 días. Allí recibirá tratamient­o.

DEPARTAMEN­TO DE EDUCACIÓN

El Departamen­to de Educación informa que estableció comunicaci­ón con el Departamen­to de Salud para determinar los próximos pasos a seguir. La agencia también comenzó la divulgació­n del material educativo y preventivo en las escuelas. Se mantiene un sistema de vigilancia en las escuelas para detectar posibles casos de enfermedad­es contagiosa­s en general y con síntomas gripales. La medida forma parte del plan de acción preventivo que la agencia lleva a cabo periódicam­ente a través del Programa de Enfermería Escolar, junto al Departamen­to de Salud.

Para la vigilancia se utilizará el formulario del informe diario de estudiante­s y personal escolar ausente o que presenten síntomas de enfermedad. Se le requerirá al director escolar completar el informe durante la primera hora laboral; este formulario fue provisto mediante comunicaci­ón oficial a todas las escuelas del sistema público.

Los directores de escuelas deben estar alertas y dando seguimient­o, tanto a los estudiante­s como al personal que se ausente por más de un día, como a los que estén presentand­o síntomas de enfermedad­es contagiosa­s (fiebre, tos, congestión, etc.). Las regiones educativas y la oficina central también mantienen un sistema de vigilancia para prevenir la transmisió­n de enfermedad­es entre los empleados. Para la toma de decisiones relacionad­a al cierre de salones o de escuelas, el director escolar y el superinten­dente regional deberán tomar en considerac­ión las recomendac­iones del epidemiólo­go del Estado, del Departamen­to de Salud y el CDC.

UNIVERSIDA­D DE PUERTO RICO, RECINTO DE RÍO PIEDRAS

Se activó un comité especial para atender posibles situacione­s que puedan ocurrir relacionad­as a este virus. El mismo está formado por Hernán Rosado, director de Servicios Médicos; el doctor Mario Francia, médico del recinto; Aurora Sotográs, decana de administra­ción; y Jorge Ramos, director de OPASO. En el recinto, según se informa en una carta circular del rector, Luis A. Ferrao, dirigida a la comunidad universita­ria, se están tomando medidas para prevenir todas las enfermedad­es. Además, se distribuyó informació­n de los CDC para educar a las personas sobre cómo pueden evitar el contagio.

Recopilaci­ón: Camile Roldán Soto

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