HÁBLALES DE PREVENCIÓN A TUS VIEJOS
Se les debe instruir a estar pendientes a la información fidedigna que provean las fuentes oficiales, ya que “muchos adultos mayores creen en los rumores. Y, lamentablemente, los rumores pueden hacer mucho daño porque puede traer información que, obviamente, al ser falsa o poder ser falsa, pueden crear problemas al momento de actuar”, detalló el doctor Rodríguez Gómez, quien añadió que a los viejos hay que enseñarles a estar pendientes de los boletines oficiales del gobierno, ya sea estatal o federal. “Lo mejor es estar pendientes de lo que presentan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que sigue siendo la fuente más confiable para recibir información sobre la enfermedad, incluyendo cómo se puede prevenir y tratar”, resalta el catedrático de la Carlos Albizu.
Es importante conversar con ellos sobre cómo manejar el estrés y la ansiedad ante este nuevo panorama y compartir con ellos técnicas de meditación y relajación que puedan practicar en su hogar. Asimismo, se debe charlar sobre la importancia de mantener la calma, ya que la histeria no nos deja pensar con claridad y serenidad, llevándonos a la impulsividad, lo cual puede dirigirnos, a cualquier edad, a realizar acciones contraproducentes o a tener reacciones hostiles hacia otras personas.
Se les debe dar seguimiento sobre la alimentación balanceada, la importancia de descansar y, sobre todo, la importancia de no abandonar el tratamiento de sus condiciones de salud.
Si el adulto mayor tiene demencia de cualquier tipo, el doctor Arribas indica que a este se le debe repetir y reorientar, diariamente de ser necesario, acerca de la situación actual que existe en Puerto Rico.
Recordarles que si no se les abraza o se les besa no es porque se les ha dejado de querer, sino porque el distanciamiento social es, ahora, la mejor herramienta de prevención. “En la cultura puertorriqueña, solemos ser bien afectivos y demostrar nuestro cariño y amor a los demás, pero estamos viviendo una situación peculiar en la cual tenemos que cambiar ese patrón de conducta. Quizás se siente como raro, porque no les estamos dando besos o abrazos a nuestros seres queridos, pero eso no quiere decir que los queremos menos, sino que estamos tomando una medida de prevención para evitar el riesgo de contagio. “El distanciamiento social es bien importante. Es algo que, muchas veces, la población adulta mayor o anciana no lo toma tan rigurosamente porque estamos acostumbrados a vernos, a saludarnos y a besarnos. Entonces, ¿qué pasa? Que esto puede poner a mayor riesgo a la población”, agrega el doctor Rodríguez Gómez.
Es primordial recordarles a los adultos mayores que la COVID-19 no tiene cura ni tratamiento, por lo que no se pueden dejar llevar por lo que digan amigos, vecinos u otros familiares en cuanto a que no deben preocuparse tanto porque pueden tomar algo que les puede curar.