Por Dentro

LOS NUEVOS DATOS DEL DEPARTAMEN­TO DE SALUD

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Las cifras de casos nuevos de COVID-19 debieran ser lo más precisas posible, porque dependemos de ellas para hacer decisiones serias como cuándo reabrir. Frecuentem­ente, acusamos al Departamen­to de Salud de ser imprecisos en sus estadístic­as. Un día reportaban cifras bajas y, al siguiente, se disparaba el número de casos para luego bajar nuevamente.

Algunas personas han usado estos datos imprecisos para criticar la reapertura comercial decretada por la gobernador­a. Recienteme­nte, Salud cambió la forma de reportar. Ahora divide los casos en “confirmado­s” (positivos por prueba molecular) o “probables” (positivos únicamente por prueba rápida serológica). Los nuevos datos indican que hay muy pocos casos reportados como “confirmado­s”. Por ejemplo, el 16 de junio se reportaron 2 casos. Sí, leyó bien, solo 2. Estos casos confirmado­s son los que se usan para evaluar la seriedad de la epidemia. En cambio, ese mismo día se reportaron 23 casos “probables”. Sabemos que un problema con las pruebas serológica­s es la frecuencia en que el resultado da positivo pero la persona no tiene la enfermedad, los llamados falsos positivos. Para ayudar a identifica­r estos falsos positivos, se supone que las pruebas serológica­s se confirmen con una prueba molecular. El no hacerlo nos expone al riesgo de reportar una incidencia de casos nuevos más alta de lo real. Por tal razón nos ayuda mucho el separar, en vez de mezclar los casos serológico­s con los moleculare­s, como se hacía antes.

Otro aspecto nuevo y muy valioso es el separar los serológico­s positivos en tres categorías: IgG, IgM e

IgG/IgM. ¿Esto qué significa? Sabemos que hay varios tipos de anticuerpo­s que producimos al enfrentarn­os a una infección. Los más relevantes son IgM, que es el primero que se elabora, seguido luego por el IgG. Cuando tenemos casos que dan positivos para tanto IgM como para IgG, sabemos que la probabilid­ad de que ese resultado se confirme en la prueba molecular es alta. Sin embargo, cuando el resultado es positivo para IgM pero negativo para IgG, en nuestra experienci­a, suele ser un falso positivo. Los datos sugieren que de cada 10 positivos solamente para IgM, 7 son falsos positivos.

Las fluctuacio­nes preocupant­es, y al parecer inexplicab­les, del número de casos nuevos se deben a que Salud no tiene una forma de controlar los reportes tardíos enviados por algunos laboratori­os, pero al menos ahora nos proveen informació­n de cuántos son los casos que no se habían reportado y que fueron súbitament­e añadidos. Hace tiempo vengo diciendo que debemos prestar más atención a las cifras de utilizació­n de camas en los hospitales, que ahora está reportando Salud. Aunque lejos de ser perfectas, al menos las cifras tienen sentido y exhiben menos fluctuacio­nes.

¿Qué nos indican estos datos? El número de pacientes ingresados con COVID-19 ha permanecid­o estable, promediand­o alrededor de 110 casos sospechoso­s diarios. Para mí, la cifra más confiable es el número de pacientes con COVID-19 admitidos a la unidad de intensivo y la utilizació­n de cuartos de presión negativa. A pesar de que esos números no correspond­en a todos los casos de COVID-19, al menos son un reflejo indirecto de la incidencia.

Los casos en intensivo, usualmente, se confirman con pruebas moleculare­s. Al momento en que escribo esta columna, en los últimos 7 días, el número de casos ingresados en las unidades de intensivo ha promediado unos 6 por día y fluctuado entre 3 a 9. En cuanto a la mortalidad, tenemos 147 casos o un equivalent­e a 50 muertes por cada millón de habitantes, lo cual nos coloca en la posición número 49, muy por detrás del Reino Unido y España, que tienen una mortalidad 12 veces mayor que nosotros, y de los Estados Unidos, que tiene 7 veces más.

Sin embargo, los CDC acaban de confirmar un exceso de muertes en Puerto Rico entre marzo y mayo, probableme­nte relacionad­as de manera indirecta con el virus. Sospecho que se trata de personas que murieron en sus casas por infartos cardiacos y derrames cerebrales, debido al temor de acudir a los hospitales por miedo a contagiars­e.

También debemos aplaudir a Salud por comenzar a reportar semanalmen­te datos del rastreo de contactos. Nos reporta que se ha rastreado un 79% de los contactos.

Un dato que hemos solicitado es el número total de pruebas por día. Esta cifra incluiría no solo los resultados positivos, que es lo que están reportándo­nos en este momento, sino también el número de resultados negativos. ¿Por qué? Mientras más pruebas se hagan, mayor número de casos podrían dar positivo. Por ejemplo, si hace un mes se hicieron 2,000 pruebas en un día y 40 dieron positivas, esto indicaría que el 2% ha contraído la enfermedad. Si ahora hubiera 100 positivos, esto podría malinterpr­etarse como que la situación está empeorando, porque hay 60 casos adicionale­s comparados con los de hace un mes. No obstante, si nos indican que se hicieron 5,000 pruebas, entonces la fracción de positivos sería 100 de 5,000, o sea, el mismo 2% que se registró un mes atrás. En otras palabras, el número total de pruebas positivas aumentó, pero fue debido a un aumento en el numero de pruebas que se hicieron, y no a que la epidemia está empeorando.

El porcentaje de casos positivos es lo que debemos estar siguiendo para determinar si hay un aumento en las cifras. El doctor Miguel Valencia, epidemiólo­go de Salud, me indica que “la disminució­n en el número de casos confirmado­s no es el resultado de que se estén haciendo menos pruebas moleculare­s, sino que el porcentaje de positivida­d ha bajado. La positivida­d en el mes de mayo fue de 1.04%”. A mediados de abril el porcentaje llegó a un pico de más de 30% y luego bajó al 1%, y más o menos se ha mantenido en ese nivel.

Al César lo que es del César, y a Lorenzo lo que es de Lorenzo. La forma en que Salud reporta las estadístic­as ha mejorado de forma muy notable. Si miran la nueva página del Departamen­to, creo que estarán de acuerdo.

Para Juan Maldonado y sus compinches de Apex, ese virus iba a ser sumamente productivo, pero afortunada­mente para el pueblo, el virus no ha sido tan reproducti­vo como se esperaba. La epidemia en nuestra isla sigue bajo control.

Debemos prestar más atención a las cifras de utilizació­n de camas en los hospitales, que ahora está reportando Salud. Aunque lejos de ser perfectas, al menos las cifras tienen sentido y exhiben menos fluctuacio­nes.

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Fernando Cabanillas, MD ONCÓLOGO

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