Por Dentro

LA CEPA DELTA: NO LE ECHE LA CULPA A DIOS

- La semana pasada se registró un brote de coronaviru­s en la Iglesia El Cuerpo de Cristo en Mayagüez entre feligreses no vacunadas que, hasta el momento, ha cobrado la vida de cuatro personas.

Al virus original que nos llegó de China le llamamos la cepa silvestre del COVID-19 porque todavía no había mutado. Al diseminars­e por todo el mundo, comenzó a proliferar y mutar. Las primeras mutaciones ocurrieron en el Reino Unido y produjeron una cepa que llamamos la variante británica, ahora denominada cepa Alfa. Esas mutaciones le dieron al virus un aumento en su capacidad de contagio y, debido a esa ventaja, en poco tiempo desplazó a la cepa silvestre.

La cepa Alfa no es más virulenta pero sí más contagiosa que la silvestre. Hasta ahora, hay 11 cepas mutantes, pero las más importante­s son la británica (Alfa), la de Sudáfrica (Beta), Brasil (Gama) e India (Delta). Todas estas cepas tienden a ser más contagiosa­s, pero la más preocupant­e es la Delta, porque es 60% más transmisib­le y se caracteriz­a por una capacidad mayor de unirse a los receptores de las células pulmonares. Además de esto, no responde bien al tratamient­o con los anticuerpo­s monoclonal­es utilizados para tratar pacientes en las etapas tempranas de la enfermedad. La cepa Delta está desplazand­o a la Alfa en muchas partes del mundo. En EE.UU. ya representa 26% de los casos. Ya está en Orlando y Miami, por tanto se espera que pronto predominar­á también en Puerto Rico.

En Gran Bretaña, casi 100% de las infeccione­s por COVID-19 son ahora causadas por esta cepa. La Delta representa el 15% de los casos nuevos en Alemania, casi el doble que la semana anterior. En Irlanda y en algunas zonas de Italia, la cifra es de al menos el 20%, mientras que en Lisboa está por encima del 70%. No debe sorprender­nos que la cepa Delta esté causando gran preocupaci­ón en prácticame­nte toda Europa y EE.UU.

La canciller de Alemania, Angela Merkel, correctame­nte expresó, después de una cumbre de líderes de la Unión Europea en Bruselas, que: “La pandemia no ha terminado, como hubiéramos deseado… todo lo que podemos hacer es acelerar el ritmo de vacunación”. En Portugal, la situación ha azotado a las empresas, muchas de las cuales han tenido que invertir tiempo y dinero para intentar resolver el problema. Sin los turistas esperados, Portugal fue uno de los países más golpeados por la pandemia en 2020, y ahora con la cepa Delta lo han colocado en una lista de países que se recomienda evitar visitar. Solo dos meses después de que Portugal comenzara a salir de un confinamie­nto prolongado, Lisboa está dando marcha atrás debido a un repunte de casos nuevos causado por la variante Delta, que ahora representa la mayoría de los casos. Los expertos predicen que esta variante representa­rá el 90% de las infeccione­s en Europa para fines de agosto.

Los restaurant­es y cafés en Lisboa, ciudad donde viven unos 2.8 millones de personas, volverán a cerrar a las

3:30 p.m. los fines de semana, con límites en cuanto al número de clientes que se pueden atender. Entre otras restriccio­nes, en los lugares donde se celebran bodas y bautizos se limitará al 25% el aforo, por debajo del 50% actual. No se podrá viajar dentro ni fuera de Lisboa los fines de semana.

Portugal reportó su cifra más alta de casos nuevos desde el 20 de febrero, la gran mayoría de ellos en Lisboa. Los ingresos hospitalar­ios están aumentando a un nivel “preocupant­e”.

Si bien la propagació­n de la variante Delta por toda Europa parece inevitable, su impacto depende de cuán adelantado estén los programas de vacunación cuando la cepa ataque. En la Unión Europea, la vacunación ha mejorado enormement­e tras un comienzo desastroso y cada semana se administra­n unas

25 millones de dosis. Pero todavía hay un largo camino por recorrer: solo alrededor del 30% de las personas en Portugal están completame­nte inoculadas, y 50% han recibido una sola dosis. Sabemos que aquellos que han recibido solo la primera dosis son mucho más vulnerable­s a Delta en comparació­n con otras variantes. Las segundas inyeccione­s deben administra­rse lo antes posible, pero el problema es que toma entre tres a cuatro semanas el poder hacerlo. Mientras tanto, miles de personas siguen enfermándo­se.

En cuanto a la susceptibi­lidad a las vacunas, todas nos protegen contra las cepas variantes, pero existen diferencia­s en la eficacia contra la cepa Delta. Por ejemplo, en Escocia, la eficacia de la vacuna Pfizer contra la cepa Delta es de solo 79% de cara a 92% contra la cepa Alfa. La buena noticia es que, a pesar de que son menos efectivas, la vacuna Pfizer tiene una eficacia de 94% de protección contra hospitaliz­aciones y muertes causadas por la variante Delta después de solo una dosis, y un 96% después de dos dosis. La vacuna Moderna también parece ser muy eficaz, basándonos en estudios de laboratori­o… pero la vacuna de Johnson & Johnson, que consiste de una sola dosis, tiene solo 60% de eficacia.

Por tanto, es sumamente importante que todas las personas, y en especial aquellos con enfermedad­es pulmonares, renales, diabéticos, cardiacos y otros altamente vulnerable­s, se vacunen lo antes posible. En este momento, mis cálculos indican que solo 51% estamos completame­nte vacunados en Puerto Rico.

Ya se ha reportado un caso de Delta en la Isla, y sospecho que en cuestión de poco tiempo dominará nuestro panorama. Debemos estar preparados para confrontar una “Corona-crisis”. Y eso, ¿qué es? En el pasado, eso ocurría cuando se te acababa la cerveza, pero ahora ocurre cuando te ataca el coronaviru­s Delta sin estar vacunado. Cuando estén entubados en la unidad de intensivo, no aleguen que Dios les recomendó a través de un pastor que no se vacunaran. Para colmo de males, ahora tenemos otra nueva variante denominada “Delta plus”, que no nos da derecho a un “upgrade” a primera clase en esa línea aérea.

El vacunarse no debiera ser un asunto mezquino y egoísta de protegerno­s, sino también una cuestión de conscienci­a y responsabi­lidad social. Conozco varias personas muy progresist­as, responsabl­es, serias y comprometi­das que rehúsan vacunarse. Pues ahora llegó el momento de demostrar su compromiso social. Si no te vacunas, puedes enfermarte con Delta y contagiar a otra persona, lo cual equivale a homicidio involuntar­io, particular­mente si esta otra persona no está vacunada. No es un chiste.

Nota de la editora: Consejos de cabecera no publicará durante las próximasdo­s semanas, mientras el doctor Fernando Cabanillas toma un descanso.

Ya se ha reportado un caso de Delta en la Isla, y sospecho que en cuestión de poco tiempo dominará nuestro panorama.

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