MADURO REVUELCA AVISPERO POLÍTICO
Oposición repudia convocatoria a una Asamblea Constituyente porque le atribuyen intento de perpetuar su poder
Centenares de opositores en la capital y varias ciudades atrancaron calles y avenidas en repudio a la convocatoria del presidente Nicolás Maduro para elegir una Asamblea Nacional Constituyente que transforme el Estado y reformular el ordenamiento jurídico en Venezuela.
La iniciativa apodada el “trancazo” fue convocada por la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para cerrar las principales vías de circulación del país.
“Estaremos en las calles hasta que el Estado entienda la inconformidad con la Asamblea Constituyente”, dijo ayer Jorge Luis Olivares, un economista de 55 años, mientras caminaba frente a una barricada levantada por un grupo de vecinos en medio de una avenida que comunica el este de la capital con la localidad de El Hatillo.
En algunas barriadas de clase media y popular del este de Caracas, guardias nacionales lanzaron gases lacrimógenos hacia los edificios y casas para dispersar a los manifestantes, lo que generó problemas de asfixia entre los habitantes de esas zonas.
El bloqueo de calles paralizó parcialmente las actividades comerciales y escolares en varias zonas en Caracas, porque muchos trabajadores y estudiantes no pudieron salir de sus casas.
“Tenemos profundas preocupaciones sobre las motivaciones para esta Asamblea Constituyente, que ignora la voluntad del pueblo venezolano y erosiona aún más la democracia venezolana”, dijo el subsecretario de Estado adjunto de los Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael Fitzpatrick.
A su vez, el secretario general de la ONU, António Guterres, contactó en los pasados días a los exmandatarios que median en Venezuela, para estudiar qué se puede hacer ante la crisis en el país.
Los expresidentes Martín Torrijos (Panamá), Leonel Fernández (República Dominicana), Ernesto Samper (Colombia) y José Luis Rodríguez Zapatero (España) están tratando de que se retome un diálogo político en Venezuela, después de que el que se lanzó el pasado octubre fracasara con la retirada de la oposición acusando al Gobierno de incumplir los acuerdos alcanzados.
“El secretario general ha estado siguiendo la situación muy de cerca. Durante la semana pasada y recientemente ha hablado por teléfono con los mediadores involucrados, así como con El Vaticano, para discutir la situación en el país y ver qué se puede hacer”, dijo Stéphane Dujarric, portavoz de Guterres.