TRIBUTO A GABRIEL FRENTE AL PORTÓN
Universitarios honraron la vida de quien fuera compañero de lucha ante la sorpresa de que se privó de la vida
Gabriel Alejandro Rivera Rivera, de 21 años, tenía la caseta más grande en el clausurado portón principal del recinto de Río Piedras, justo donde ayer los universitarios recogían margaritas para honrar su vi- da; la vida de un estudiante que decidió decir adiós al mundo con un mensaje claro: “quería darles gracias a todos los que han estado ahí para mí”.
El movimiento estudiantil honró y lloró a Rivera Rivera luego de saber que se suicidó el martes en su hogar, no sin antes despedirse a través de Facebook, no sin antes dar gracias, no sin antes, tal vez con algo de optimismo, tener las esperanza de “poder verlos pronto”.
“Gabriel fue una persona que estuvo aquí hasta el final”, dijo su amiga y también estudiante Melanie Rosario.
“Al igual que su con su lucha, luchó también con todos ustedes y se fue queriendo que ustedes siguieran luchando, como me dijo la última vez que hablé con él. A todos los quiso”, dijo la joven frente a la Torre del Recinto, donde le rindieron tributo.
“Gabriel siempre fue así, que a pesar de sus problemas,
a pesar de su dolor interno con esa lucha que llevaba con él mismo, siempre quiso ayudar a otros, pero que (...) lo más que detestaba, aunque más duela, era que nunca lloraran por él”, dijo Rosario entre lágrimas.
El grupo se reunió alrededor de la rotonda de la Torre, donde se suele exponer los féretros de universitarios sobresalientes y estrechamente vinculados con la institución. También donde el coro de la universidad entonó hace semanas el himno de la institución, protestando, a su manera melodiosa, por los recortes a los programas académicos de música.
Esta vez no hubo féretros, ni ensayos, ni protestas. Hubo un llamado a comunicar esas angustias personales que pueden detonar en momentos como los que atraviesa el País, hubo sollozos, muchos sollozos, y hubo una voz que a capella le cantó al estudiante.
“Esto ejemplifica que estamos luchando por una sociedad donde no tengamos que lamentar vidas como esta, que sea justa, que seamos felices, que todos podamos sonreír y que lo principal que viva en la sociedad sea el amor, no el individualismo”, dijo la portavoz del movimiento estudiantil, Loderai Bracero.
“No el interés de unos pocos, sino el bienestar de la mayoría. Por el compañero Gabriel vamos a continuar luchando por la universidad, por una sociedad mejor”, expresó conmocionada, pero firme.
“Estábamos remando juntos, pero él se nos adelantó. Nos toca a nosotros remar más duro, remar con fuerza, seguir remando”, añadió más tarde el también estudiante Carlos Santos.
Al mediodía, cambiaron las consignas durante un piquete para caminar por un rato en silencio, brazo en alto, en honor al joven.
Rato antes coreaban “vea, vea, vea, que cosa más bonita; la juventud unida luchando por la vida”.
“Quiero hacerle una invitación a todos ustedes: por favor, en el momento en que nos necesiten, por favor, por favor, estamos aquí”, insistió González, invitando a buscar ayuda y a luchar también contra los estigmas que provocan las enfermedades mentales.
No es solo el suicidio número 67 en el País en lo que va de año. Es Gabriel Alejandro Rivera Rivera, de 21 años, estudiante, el que tenía la caseta más grande en el portón de Humanidades y que confiaba en que el País podía, tal vez, ser un poquito mejor.
Al igual que su con su lucha, luchó también con todos ustedes y se fue queriendo que ustedes siguieran luchando... A todos los quiso”
MELANIE ROSARIO ESTUDIANTE