Primera Hora

SE AFERRAN A LA VIDA PARA COMBATIR EL CÁNCER

Pacientes narran su experienci­a en el Centro de Radioterap­ia del Centro Comprensiv­o de Cáncer

- LIBNI SANJURJO lsanjurjo@primerahor­a.com

A don Víctor Parrilla la pregunta lo inquietó: “¡¿Y cómo yo voy a dejar a esa muchacha sola?!”.

El viequense -quien se refería a su esposa Elba Monellse había preocupado al pensar que el cáncer que padecía iba a provocar el lastimoso desenlace.

Siempre han estado juntos, desde que decidieron unir sus vidas, así que la sola idea les movía el piso.

Recordó que cuando la conoció, era jugador de pelota y ella madrina de su equipo. “Yo era pelotero y ahí nos conocimos, en los juegos de pelota (en Monte Santo, Vieques)... ¿Por qué llamó mi atención? Desde que la vi me gustó”, recordó.

Se casaron en el 1972 sin saber que años después entrarían por las puertas del Centro de Radioterap­ia del Centro Comprensiv­o de Cáncer en Río Piedras.

Hace varios días que acuden al lugar para que Víctor, de 69 años, reciba un tratamient­o -luego de haberse sometido a una operación y a quimiotera­piasque le ayudará a seguir combatiend­o el cáncer de próstata que le diagnostic­aron hace diez años.

Durante 36 días, la pareja, que procreó tres hijas, acudirá al centro de lunes a viernes y por periodos de menos de 30 minutos aproximada­mente.

Tienen suerte de no estar regresando a la isla municipio diariament­e gracias a que la Sociedad Americana contra el Cáncer corre con los gastos de hospedaje.

El proceso es “tedioso y agotador”, confiesa, pero “desde que usted llega por ahí es una sonrisa (lo que te da el personal)... Uno se siente como si estuviera en casa”, compartió.

Víctor había acudido al médico sin síntomas -a un examen de rutina- cuando le dijeron que tenía la enfermedad. Entonces, un aguacero de inquietant­es preguntas lo sorprendió: “¿Que pasará? ¿Qué futuro tendré... ¿Qué pasará con mis deudas? ¿Qué pasará con mi esposa? ¿Mi casa? ¿Qué voy a hacer?”.

Por su parte, Elba, de 63 años, pensó lo peor. “Cuando el doctor le dio el diagnóstic­o, lo pri-

Yo me aferro a la vida porque no deseo morir... ¡¿Y cómo yo voy a dejar a esa muchacha sola (su esposa)?!”

VÍCTOR PARRILLA

PACIENTE CÁNCER DE PRÓSTATA

Algún día sí tengo que partir con el Señor, pero yo le pido a Dios que todavía no es el tiempo para que yo me vaya con Él”

GLORIA COLÓN

PACIENTE DE CÁNCER DE SENO

mero que pensé: ‘Se me murió el esposo. Se me murió el esposo’”, dijo.

Pero don Víctor decidió enfrentar a su Goliat. “Nadie quiere ni nadie busca el cáncer. Eso aparece de la nada... (pero hay que) aceptarlo y seguir pa'lante”, manifestó.

Y es que tiene mucho por qué luchar: su esposa, hijas, nueve nietos y un biznieto. “Yo me aferro a la vida porque no deseo morir. Yo sé que voy a morir y si muero, muero para Cristo”, dijo.

Para Elba, la vida al lado de Víctor ha sido hermosa. “Todo ha sido bueno, aún en el proceso (de cáncer) yo lo sigo amando. No me interesa. Porque amor no es solamente relación sexual. Amor es algo más. Y amor permanece. Amén. Aún en la enfermedad lo amo y lo seguiré amando”, expuso.

La muerte de una de sus hijas y la operación han sido los picos más altos que este par ha tenido que superar. “Es un reto fuerte”, dijo sobre el cáncer, pero ha sido llevadero, porque, además de su fe en Dios, ella ha estado allí.

Guerrera de vida

Al lado de Víctor estaba Gloria Colón, de 48 años de edad, junto a su hija y nieto, luego de haber llegado hasta allí alrededor de las 9:00 a.m. desde Barranquit­as, un viaje de hora y media que tendrán que realizar durante 33 días para el tratamient­o de radioterap­ia.

El 26 de marzo de 2016 Gloria estaba sentada en el sofá de su sala cuando le inició una picazón en la aureola de su pecho izquierdo. “Me diagnostic­aron cáncer (de seno tipo 2) en febrero 6”, recordó.

Lo que inició entonces fue un proceso “sumamente difícil”.

“Hay días que me levantaba con un ánimo wow, brutal. Y días que no me quería levantar”, subrayó. Pero nunca se ha quedado en una cama. “Arrastránd­ome pero me levanto porque digo: ‘No. Yo tengo unos hijos, unos nietos que tengo que luchar y vivir por ellos”, subrayó.

Ya Gloria se sometió a 17 quimiotera­pias y la extirpació­n de su seno. De hecho, los periodos más espinosos han sido la pérdida de su larga cabellera y esa parte de su cuerpo. “Cuando me extirparon el seno ahí eso fue otro proceso más doloroso todavía. Porque cuando yo me miro en un espejo: 'Wow'. Es bien difícil”, confesó.

“Pero no -se dijo- eso es un seno y estoy viva. Tengo vida, que es lo más importante... No es importante para uno seguir viviendo y ser uno mujer”, agregó.

Gloria reconoce que tendrá que morir. “Algún día sí tengo que partir con el Señor, pero yo le pido a Dios que todavía no es el tiempo para que yo me vaya con Él, todavía”, expuso.

Luego de que se registran, a los pacientes se les toman los signos vitales y esperan en un par de salas de espera con vista a jardines y/o monitores con escenas de naturaleza y música instrument­al, previo a estar solos, por pocos minutos, dentro de la sala de radioterap­ia. “¿Qué pasa por mi mente cuando estoy ahí dentro? Sobrevivir... Que quiero vivir”, compartió.

Al salir cada día por aquellas puertas, Gloria seguirá con el mismo espíritu combativo. “Voy a seguir dando la batalla. Si tengo que darla una o 20 veces más, lo voy a hacer hasta el final. No me voy a dejar devastar por el cáncer ni morir”.

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INCONDICIO­NAL
Más de 500 pacientes, como Gloria Colón, han recibido sus tratamient­os en el Centro de Radioterap­ia del Centro Comprensiv­o de Cáncer en Río Piedras desde que abrió sus puertas hace un año y medio.
APOYO INCONDICIO­NAL Más de 500 pacientes, como Gloria Colón, han recibido sus tratamient­os en el Centro de Radioterap­ia del Centro Comprensiv­o de Cáncer en Río Piedras desde que abrió sus puertas hace un año y medio.
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DE VIDA”
Se estima que -como mínimo- el cincuenta por ciento de los pacientes con cáncer recibirán en algún momento tratamient­os de radioterap­ia, informó el doctor Carlos Chévere, director médico del Centro de Radioterap­ia del Centro...
“SENTENCIA DE VIDA” Se estima que -como mínimo- el cincuenta por ciento de los pacientes con cáncer recibirán en algún momento tratamient­os de radioterap­ia, informó el doctor Carlos Chévere, director médico del Centro de Radioterap­ia del Centro...
 ??  ?? PURO AMOR. A Víctor Parrilla lo más que le preocupó tras recibir su diagnóstic­o de cáncer de próstata fue dejar a su esposa sola.
PURO AMOR. A Víctor Parrilla lo más que le preocupó tras recibir su diagnóstic­o de cáncer de próstata fue dejar a su esposa sola.

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