“YA NO PUEDO AYUDARLA COMO ANTES”
Rosa Lydia lamenta la amarga decisión de haber dejado a su hija en una institución DIFÍCIL CAMINO
Hace 6 meses Rosa Lydia Vélez tomó la difícil decisión de poner a su hija Isamar en una institución.
La mujer, quien luchó por décadas contra el gobierno por la falta de servicios para la comunidad de niños de educación especial, contó que los quebrantos de salud le impidieron seguir cuidando a su hija de 44 años.
A sus 67 años, Rosa Lydia ha sido sometida a una operación, tiene problemas en los discos y la columna, y combate calcificaciones en la cadera. Ella cree que, en parte, esto se debe “a las fuerza que tenía que hacer con la nena”. Isamar padece perlesía cerebral, por lo que depende de otra persona para que la levante y le dé múltiples cuidados.
Rosa Lydia es viuda y tiene un hijo con un trabajo a tiempo completo que la ayuda económicamente.
“Mi salud fue desmejorando, mi columna vertebral se me afectó y tuve que ser hospitalizada y no había quien cuidara a la niña. Y tuve que aceptar la amarga realidad, y es amarga porque uno ama a sus hijos, de ponerla en una institución”, contó.
Actualmente, madre e hija están en un periodo de adaptación a la nueva realidad. A Isamar le dan clases de vida independiente para que pueda hacer algunas cosas por sí sola, como alimentarse. El lugar cuenta con enfermeros, médicos y terapistas.
Rosa Lydia va a verla todos los fines de semana, donde la saca a pasear y la lleva a la iglesia.
“A mí me ha afectado mucho, pero tengo que ser madre responsable y ya no puedo ayudarla como antes”, dijo.
Recordó que una de las grandes preocupaciones de los padres con hijos con necesidades especiales es qué va a pasar cuando papá y mamá no estén para ayudarlos.
“Uno desea que ellos marchen primero para que no queden solos cuando nosotros no estemos”, indicó la mujer.
Uno desea que ellos marchen primero para que no queden solos cuando nosotros no estemos” ROSA LYDIA VÉLEZ PRIMERA DEMANDANTE DEL PLEITO DE CLASE