VEN SU HOGAR RENACER
Una familia que vive en extrema pobreza agradece a los buenos samaritanos que le han ayudado con su casita
Arrancaron desde cero.
José Rivera de Jesús, quien reside con su esposa y cinco hijas en la calle Vistamar, sector Recio, tuvo que tumbar la casita de madera y cemento donde vivían y arrancar desde el piso para poder tener el hogar que necesitan.
“Dios nos ha puesto angelitos en el camino”, reconoce José, de 45 años, quien junto a su esposa Ofelia Pagán Rodríguez, de 43 años, y sus hijas Digna Limarie (25), Aida Adelina (24), Natacha Marie (22), Nashalee (19) y Marjorie (18) se mudaron temporeramente en lo que fue la casa de su madre, que queda en el solar aledaño, para poder reconstruir su vivienda.
“Tumbamos todo menos el cuartito de cemento. Ya tiramos el piso y donde estaba la piedra -que bloqueaba la entrada del hogarse picó y se bajó a nivel de piso, se emblocó y se puso a nivel. La casa ahora está en hormigón, nada en madera, porque coge polilla. Ahora, si nos ayudan, hay que tirarle la torta al techo en cemento”, agregó.
Luego de que su historia saliera reportada en Primera Hora llegaron algunas ayudas, como la del alcalde Norberto Soto, quien donó $500 para ser usados en la ferretería Hermanos Cintrón.
El negocio, a su vez, puso otros $250 y dos empleados municipales han colaborado en la construcción y les prestaron una mezcladora.
Sin embargo, también han llegado los detractores.
“Un día me llamó un tipo a insultarme, a decirme que por qué no trabajaba”, dijo José con pesar. “Tengo mis condiciones y lo que no publicó se lo conté, y al final terminó llorando… Le dije, ‘¿qué es mejor, una familia en drogas o una familia pobre, pero bien cuidada, mis hijas preparadas? Yo recurrí a pedir ayudas, no a robar. Al final hasta me pidió perdón”.
La lista de agradecimientos se le quedó corta.
“La concretera Galo Concrete me hizo un ajuste en la yarda de cemento, me la dio más barata; hay que darle honor a quien ho-
“
Un día me llamó un tipo a insultarme... Tengo mis condiciones y se lo conté. Yo recurrí a pedir ayudas, no a robar. Al final hasta me pidió perdón”
JOSÉ RIVERA DE JESÚS / JEFE DE FAMILIA
nor merece. También tengo que reconocer al señor Eric Montes, de Patillas, que fue uno de los que donó parte para pagarle a la concretera, así como la señora Paula, de San Juan. Esa señora vino a pagar parte”, enumeró, tratando de recordar a otros tantos que no han querido dar su nombre y, sin embargo, apoyaron.
Casi se queda sin casa
Cuando se empezó a correr el rumor por el barrio de que personal de Vivienda los iba a desalojar y ponerlos en otra casa, “por poco y no nos ayudan. Creyeron que iba a tener una casa nueva y no vieron sentido de ayudarnos, pero le dije al de Vivienda que, si me daba una casa y la llave, yo me iba. Me dijo que para eso había que cualificar y no volvimos a saber más. Tuve que rápido decirle a la gente que sí, que íbamos a hacer la casa, para que nos ayudaran”, recordó.
La vivienda no está habitable por la falta de techo y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados le advirtió que, cuando regresen, tienen que poner el servicio y no
seguir usando el de la casa de su mamá, aunque lo pagan.
“Con la luz tuve suerte, nos ayudaron y nos pagaron la deuda”, reconoció José. “Ahora vamos a ir a los cupones de nuevo, porque dijeron que nos pueden dar ayuda para pagar”.
¿Y sus hijas? “Las muchachas han mandado más de 50 resumés y no las llaman”, lamentó el padre. “Los que sí han llamado ha sido de un día para otro en San Juan y nosotros no conocemos la ciudad, y el carrito que tenemos… mis hijas guían poco, mi mujer no sabe y yo, por mis condiciones, tiene que ser cerca”, razonó.
“Por ahora, la que se graduó de cuarto año empieza en la Universidad con beca, y otra también va a volver a estudiar. Y yo estoy aquí, esperando a ver si me acaban de dar el Seguro Social y rezando que podamos echar pa’lante”, concluyó.
Si quiere ayudar a esta familia, puede hacerlo a través de la cuenta de cheques de Oriental Bank 168-209-7620.
Las muchachas han mandado más de 50 resumés y no las llaman... Los que sí han llamado ha sido de un día para otro en
San Juan y nosotros no conocemos la ciudad”
JOSÉ RIVERA
PADRE DE FAMILIA