“COMEDIA DE ERRORES”

La jueza Berthaida Seijo identificó varios señalamientos para conceder un nuevo juicio a Juan Carlos Meléndez y Antonio Ramos.

● El fiscal Carlos Beltrán ordenó que se ocuparan todos los cuchillos, el mattress y las sábanas. La orden no fue ejecutada por la Policía.

● El agente que levantó las huellas dactilares testificó que la casa estaba llena de agentes que no trabajaban la escena, tocando todo, por lo que solo pudo levantar huellas en cuatro lugares. Relató cómo vio en un inodoro algo que parecía sangre, pero un agente usó y bajó el inodoro.

● Las huellas dactilares levantadas pertenecían al esposo de la occisa, quien hacía un mes que no vivía en el lugar.

● Un pantalón ensangrentado, aparentemente del niño (Eduardo), no fue ocupado.

● Luego de los hechos, una prima de Haydée y otros familiares recogieron la casa, quemaron sábanas, mattress y empacaron ropa y juguetes de los niños. Los utensilios de la cocina los metió en una caja. Luego entregó todo al esposo de Haydée. En corte, la prima dijo no recordar haber empacado algún cuchillo, el que resultó ser el arma homicida y que sí estaba en las cajas entregadas al viudo.

● Los hermanos adolescentes testigos principales del caso prestaron varias declaraciones y nunca mencionaron a los acusados hasta seis meses después de los hechos. Esto ocurrió, alegadamente, luego que el Estado les hiciera las advertencias de ley por sospechosos. Supuestamente, los niños admitieron haber mentido varias veces, antes de su versión oficial.

● Durante el juicio de 1992, un representante del Ministerio Público (la jueza no menciona su nombre) se refiere a la investigación inicial de la policía y la llamó “una comedia de errores”.