SANTA REFORMA LABORAL
VATICANO. El papa Francisco, reunido ayer con la Confederación Italiana de Sindicatos (CISL), propuso crear un nuevo pacto social para el trabajo que reduzca el horario a los empleados más veteranos y permita la contratación de jóvenes, pero no definió la edad de esa transición o cuándo sería mejor este propuesto cambio.
Francisco desde siempre ha defendido a los sindicatos como parte de su crítica general hacia la sociedad capitalista y globalizada actual, que según dice ha dejado a los pobres marginados.
El desempleo entre la juventud en Italia es de un 40%.
“Es una sociedad necia y miope la que obliga a los ancianos a trabajar demasiado y durante mucho tiempo y no a los jóvenes, que deberían hacerlo por ellos y por todos”, defendió el papa ante los delegados sindicales, que celebran su XVIII congreso nacional.
Opinó que “cuando los jóvenes se quedan fuera del mundo laboral, a las empresas les falta energía, entusiasmo, innovación y alegría de vivir”.
El líder católico mundial destacó que sería “descabellado y miope” que las empresas obliguen a la gente a trabajar en su edad avanzada, privándoles a los jóvenes de la dignidad y del valor social de un buen empleo.
Además, planteó “el retiro dorado” que se le da a algunos pensionados mientras a otros se les deja en la miseria, afirmando que ambas prácticas son un insulto a la dignidad del trabajo.
Denunció que “a veces la corrupción ha entrado en el corazón de algunos sindicalistas” y les animó a cuidar “las periferias existenciales” para convertir “las piedras descartadas de la economía en piedras angulares".
El pontífice concluyó su intervención recordando la procedencia griega de la palabra “sindicato”, que etimológicamente significa “justicia juntos”, para asegurar que “no hay justicia si no es al lado de los excluidos”.
Es urgente un nuevo pacto social para el trabajo que reduzca el horario a quienes están en el último periodo laboral, para crear empleo para los jóvenes”
PAPA FRANCISCO