VIOLENCIA QUE NADIE ESPERABA
Yolanda González teme que le quiten a su hijo, quien apuñaló a su pareja en medio de una discusión
En medio de una tarde calurosa, Yolanda González, de 54 años, decidió salir a hacerle una comprita de leche y dulces a su mamá, quien padece de Alzheimer.
En la humilde casa de la anciana se encontraban también su pareja consensual, Lillian López Estrada, de 49 años, y su hijo de crianza, de 9 años.
La residencia queda al final de la calle Rivera Salamán en el barrio Saint Just en Carolina, a la cual se accede por un camino de tierra solitario.
Una piscina inflable cerca de la entrada era evidencia de las vacaciones de verano que el menor y su familia vinieron a disfrutar a la Isla desde Albany, Nueva York, donde residen, mientras cuidaban de la anciana.
Lo que Yolanda no se imaginó es que regresaría del supermercado a encontrar un caos.
Al llegar, se enteró que Lillian había sido herida en el rostro, brazos y estómago, y que su hijo estaba en manos de la Policía. En la cocina habían rastros de sangre.
Sintió que se volvería loca. “¿A mí no me van a quitar al nene, verdad?”, preguntaba, desesperada y sollozando, mientras corría por la casa buscando documentos que evidenciaran que tenía la custodia del menor y, a la vez, aliviada de saber que Lillian está estable, hospitalizada en Centro Médico.
“Pude verla cinco minutos y ella misma dice que no sabe qué le pasó al nene”, contó Yolanda en exclusiva a este medio. “Lo que me contó cuando la vi es que el niño estaba cogiendo a un perrito que hay ahí por las patas y pegándole contra la reja, y ella lo regañó. Él le pidió perdón”, relató.
Lillian se movió al área de la cocina a hacerle el almuerzo a su suegra cuando “el nene se puso potrón, cogió un cuchillo chiquito y la enfrentó. Le dio aquí y aquí”, dijo Yolanda, señalándose las muñecas y la frente. “Luego cogió un cuchillo grandote y se lo metió por la barriga cuatro veces”, agregó, según el relato de su pareja herida.
Los gritos de la mujer atrajeron a un vecino, que llamó a una ambulancia y la trasladaron a Centro Médico, mientras el menor fue llevado por la Policía a la comandancia de área de Carolina.
“Ese nene se iba a ir conmigo, yo lo tenía vestidito y todo y me dijo, ‘no, mami, yo no quiero ir al supermercado’. Se quedó con Lillian, y eso fue en cuestión de segundos… lo bueno es que está estable, está consciente, pero le van a hacer unos estudios para ver si una de las heridas no le cogió un intestino”, agregó.
Sobre su hijo, Yolanda explicó que padece de sonambulismo y déficit de atención, por lo que está medicado. “No es un nene violento, esto nos sorprendió a todos, igual Lillian dijo en el hospital que ella misma se sorprendió, él es un niño bien bueno”. El menor, además, recibe consejería y tiene una psiquiatra que le atiende sus condiciones.
“Yo me iba a ir la semana que viene… yo espero que no me quiten a mi hijo”, agregó antes de salir en pon con un sobrino hasta la comandancia a dialogar con las autoridades.
Familia evalúa posible maltrato
La secretaria de Familia, Glorimar Andújar Matos, confirmó a través de declaraciones escritas que “como agencia que protege y vela por el bienestar de los menores, tenemos que descartar algún incidente de maltrato previo hacia ese menor”.
“Hay un historial familiar que tenemos que explorar para ver las motivaciones para que un niño, a tan corta edad, si es que (sucedió), actúe con un hecho de violencia como el que se alega”, explicó a este medio el subadministrador de la Administración de Familias y Niños, Carlos Rivera Otero.
El titular precisó que “vamos a estar con el niño” durante el proceso de investigación por parte de la Policía en consulta con el Procurador de Menores. En caso de que se le acuse por una falta (nombre dado a los “delitos” en el caso de me-
nores según la Ley 88), se decidirá en una vista si iría a una institución juvenil o si le entregan la custodia al Departamento de Familia.
“Vamos a tomar todas las medidas que requieran para garantizar el bienestar y seguridad de este niño y sobre todo su salud mental”, agregó Rivera Otero.
Por otra parte el Procurador de Menores y Familia, el fiscal Carlos Rivera Santiago, fue enfático en que “es imposible que lo procesen como adulto porque para poder radicarle como adulto tiene que ser de 14 años o más”.
Este caso ocurre a la vez que la legislatura discute una reforma al sistema penal de menores. Mientras, la Cámara ya aprobó una medida de la autoría del presidente Carlos “Johnny” Méndez que intervendría con mayor severidad en estos casos. El Senado, en cambio, busca aprobar un proyecto de ley que limitaría la jurisdicción de los Tribunales excluyendo a quienes no hayan alcanzado los 13 años de edad.