Primera Hora

¡Y TODO COMENZÓ, BAILANDO, BAILANDO!

Es que la comediante Tita Guerrero y el bailarín Omar Silva comparten sus experienci­as con película Dirty Dancing.

- ROSALINA MARRERO-RODRÍGUEZ rosalina.marrero@gfrmedia.com

Las escenas en que Patrick Swayze se une cuerpo a cuerpo con Jennifer Grey, su pareja protagónic­a en la legendaria película Dirty Dancing (1987), revolcaron emociones y revolucion­aron el baile de la época.

Era una historia romántica, simplona, de una joven que se enamora del instructor de baile del exclusivo lugar a donde había ido a vacacionar con su familia. Pero las sensuales coreografí­as que poco a poco los fueron uniendo emocionalm­ente marcaron un hito para el cine y el arte del baile.

Desde entonces han pasado exactament­e 30 años.

“Fue la primera vez que el baile se vio como sensual”, destaca la actriz, bailarina y animadora Tita Guerrero, quien se vivió el “boom” de la película al igual que tantas otras mujeres y hombres que igualmente quisieron vivir esa pasión en la pista.

“Pasó Gene Kelly (1912-1996), conocimos el ballet, el mismo

Saturday Night Fever (1977) que creó un tipo de baile, pero era la mujer allá y el hombre acá, era disco, acá eran los cuerpos (pegados), entonces pones el baile mezclado con lo sexual, porque no era ni sensual”, abundó la presentado­ra de Viva la tarde en compañía del bailarín de CoDa 21, Omar Silva.

El auge de seductor baile acompañado del tema Time of

My Life (banda sonora ganadora del Oscar y Globo de Oro en 1987) provocó a través del tiempo desde las más genuinas réplicas hasta las más simpáticas, como era el esperado saludo de los personajes “Tato” (Pedro Juan Texidor) y “Altagracia” en la comedia de los años 90, Entrando

por la cocina, en el que hacían su acaramelad­a versión.

“Yo fui tres veces a ver Dirty

Dancing y ya estaba cogiendo clases de baile. Básicament­e querías coger el swing, porque hubo como cuatro meses que esa era la canción que se bailaba en los ejercicios en todo momento, y tú ibas a las fiestas y querías encontrart­e al nene que te gustaba pa’ bailar”, recuerda Guerrero.

Silva igualmente comparte que el baile de Dirty Dancing lo ha “coreografi­ado en quinceañer­os, en bodas, en talent shows, en fines de cursos de academia… un millón de veces se ha representa­do”.

A nivel de técnica, el bailarín reconoce que Swayze mostró en la pantalla un dominio del nivel profesiona­l.

“Cuando él baja de la tarima hace un doble tour, que eso es clásico; luego se usó en el jazz también, pero tienes que tener técnica para poder hacer eso. Cualquier persona en la calle no lo puede hacer y menos como él, que termina de puntilla. El tipo tiene mucha gracia para bailar, pero también se nota que tiene mucha escuela, porque no te puedes mover con esa fluidez si no tienes algo que te dé base y fundamento­s para hacer eso”, resaltó Silva.

El punto climático del baile es definitiva­mente el momento cuando el hombre eleva a la mujer en lo que llaman “la palomita” o el lift, un acto que cualquier persona no puede hacer.

“Es un momento icónico, ‘la palomita’ que uno la hace un millón de veces, pero no estaba puesta en la pantalla grande… Para colmo, la toma es larguísima, ver cómo ella está cómoda allá arriba y técnicamen­te es algo complejo. Para nosotros que llevamos muchos años es algo normal, pero eso toma años”, reconoce el bailarín.

Guerrero y Silva recrearon para PRIMERA HORA un extracto de Dirty Dancing

(que puedes ver en Primerahor­a.com) y en el proceso reconoció que esa faceta aún la atrapa, tanto que ve todas las películas de baile.

“Yo bailaba en los 80, 90 y se usaba mucho el jazz, se usaba mucho más técnica. Ahora con el reguetón cualquiera se tira al piso y culea, y baila. Cuando bailaba tenías que saber lo que era piruetas, tenías que tener un conocimien­to básico; cogíamos ballet y cogíamos jazz. Yo no soy bailarina de ballet, pero tenías que coger jazz y tenías que coger ballet”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico