EL BIEN COMÚN
Jay Fonseca comparte en su columna varios ejemplos del despilfarro de dinero público que pagan los contribuyentes.
En mi opinión, el gran problema ante los monumentales retos a los que nos enfrentamos es que no entendemos el concepto The
Greater Good o en español “el bien común”. O sea, que el bien de todos debe estar sobre el individual. Voy a mostrarlo con varios ejemplos:
1. La Comisión Estatal de Elecciones: En mi programa, Jay y sus Rayos X, enviamos a Tatiana Ortiz Ramírez a las Juntas de Inscripción y demás. En las listas aparecía que iban una o dos personas a la semana a recibir servicios. En la CEE gastamos $34 millones anuales, pagamos $25 millones en nómina. Y te van a decir 20 cuentos de lo importante que son esos servicios, pero todos ellos pueden ser automatizados porque una vez alguien se muere, se muda, etc., puede haber un algoritmo que depure las listas electorales al instante. ¿Por qué tenemos esos 800 empleados haciendo nada? Lo gracioso es que varios empleados de allí se han molestado conmigo por esta propuesta y hasta han pedido boicotear mi programa. ¿El Gobierno es una agencia de empleo o un lugar de dar servicios? No entendemos el concepto “greater good”.
2. 78 municipios: Desde 1991 los municipios pueden agruparse y dar servicios juntos. En cambio, suben el impuesto a la propiedad, al inventario, ornato, venta, patentes, y todavía quieren que sigamos pagando para que ellos sigan contratando gente para que les pique el pollo como el alcalde de Cidra.
3. Cierre de escuelas: Tenemos casi medio millón de estudiantes menos que hace 30 años. Pero aún la gente dice que cierren la otra, pero no la mía. Me aterra vivir donde la pregunta es si mi hijo va a tener que montarse en una guagua escolar por 20 minutos y no por qué mi hijo aprende álgebra cuando en Corea a esa misma edad aprenden cálculo.
4. WIPR: Recientemente, un compañero del canal 6 me dijo 20 cosas molesto porque dije que ese no era un servicio esencial. La verdad es que WIPR bien administrado pudo haber sido una joya. Pero no lo es y siempre ha significado un presupuesto de sobre $15 millones totalmente innecesarios y gastados también con el criterio político partidista.
5. Las procuradurías: Todas las procuradurías son agencias creadas para si el Gobierno falla, entonces puedas ir allá a quejarte del servicio del Gobierno. El chiste se cuenta solo.
6. Te reto a que vayas a esta página: http://www2.pr.gov/presupuestos/PresupuestoRecomendado2017-2018/Pages/PRESUPUESTO-POR-AGENCIA.aspx - Has el ejercicio y ve sobre cada una de las agencias del Gobierno y sus presupuestos. Dime cuáles has usado o si quiera sabías que existían.
El Gobierno ha sido históricamente considerado una agencia de empleo partidista. Y el problema no es que el Gobierno sea grande, es que es ineficiente y se niega a cambios porque pierde el control partidista en vez de tener la filosofía de dar mejor y más calidad en el servicio.
Claro que hay que hacer cambios, aunque alguna gente pierda el trabajo. De lo contrario, todavía estaríamos usando caballos en vez de carros para evitar que pierdan el trabajo los caballistas de coche halado.
Si algo se ha demostrado es que somos incapaces de cambiar aún y con una Junta, bonistas y una jueza que va a decidir nuestro futuro. Mientras ellos buscan darnos catanga, nosotros nos negamos a cerrar servicios y agencias que obviamente son ineficientes, innecesarias y políticamente cargadas.
Nos hemos ganado la Junta y cada pulgada del machete que viene a cortar. Ojalá y aprendamos lo que es el “Greater Good” antes de que Trump saque a la Junta actual para poner una de extrema republicana tras la carta del Gobernador.
Porque entonces se cumplirán las palabras de Mateo 15:23 – “[Y] los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes”.
“Claro que hay que hacer cambios, aunque alguna gente pierda el trabajo”