“BORRÓN Y CUENTA NUEVA”
Salvo unos pocos detalles, el 2017 ha sido uno para olvidar para José de León
Salvo algunos detalles, el 2017 ha sido un año para olvidar en la carrera del lanzador puertorriqueño de la organización de los Rays de Tampa Bay, José de León. Y él es el primero en admitirlo.
En entrevista telefónica con Primera Hora, el lanzador isabelino de 25 años calificó de “frustrante y decepcionante” una temporada en la que estuvo tres veces en la lista de lesionados y solamente pudo lanzar un juego en las Mayores con los Rays
“En ningún momento me sentí al 100%”, dijo De León. “Pero dentro de todo siempre hay algo positivo porque pudo haber sido peor. Cuando me hicieron pruebas en el brazo y me dijeron que no tenía nada mal en él, sentí alivio”.
“Cuando uno está trabajando con una lesión también batalla mentalmente, y fue un año de muchos retos”, continuó. “Pero, tampoco considero que fue perdido porque tuve la oportunidad de lograr mi sueño de llevar la camisa de Puerto Rico en mi pecho (en el Clásico Mundial de Béisbol) y para mí eso vale la temporada completa. En realidad estoy bien positivo, lo que pasó, pasó y ahora a entrenar súper duro y regresar fuerte en spring training. Borrón y cuenta nueva”.
Luego de desarrollarse en la organización de los Dodgers y debutar con ellos en las Mayores, De León fue enviado a los Rays de Tampa Bay el 23 de enero en una transacción que involucró a Logan Forsythe. Este encontró renuencia de su nueva organización a permitirle abandonar el campamento primaveral de los Rays para unirse al equipo de Puerto Rico que ganó plata en el Clásico Mundial de Béisbol, aunque al final lo recibió.
Según De León, durante el Clásico se sintió muy bien al lanzar. Fue cuando regresó con los Rays que comenzó a sentir molestias de las cuales nunca se pudo recuperar.
Tras iniciar la campaña en Triple A, los Bulls de Durham lo colocaron en la lista de lesionados por siete días con molestias en el músculo flexor del brazo de lanzar el 4 de abril y el 11 de mayo fue asignado a los Charlotte Stone Crabs de Clase A avanzada, donde realizó dos salidas antes de ser enviado de vuelta a Triple A el 21 de mayo.
Su única salida en Grandes Ligas este año surgió el 29 de mayo, ante los Vigilantes de Texas en Arlington. Ese día lanzó solo 2.2 entradas en las que le dieron cuatro hits, incluyendo un cuadrangular, y permitió tres carreras limpias y tres boletos gratis. Fue enviado a las menores el mismo día.
“El día anterior jugaron 15 innings y yo sabía que me iban a subir para que tirara un par de entradas, así que fui con poquito equipaje”, opinó.
“Fue un día muy difícil. Me avisaron tarde en la noche anterior para al amanecer coger un taxi (de Pawtucket) a Boston y volar hasta Texas. En el bullpen calenté como tres veces, pero yo caliento como abridor, no como relevista, y cuando entré estaba drenado”, afirmó.
Pero el 11 de junio fue colocado una vez más en la lista de lesionados por molestias en el músculo dorsal derecho y tras un par de salidas de rehabilitación, terminó el 14 de agosto lesionado una vez más, esta vez con tendinitis del codo de lanzar.
“Los médicos me hablaron de la posibilidad de una operación Tommy John y como que me asusté, pero me hicieron exámenes y el médico dijo que el ligamento estaba intacto así que ordenaron descanso hasta enero”, explicó.
Eso, por supuesto, cambiará los planes que tenía de ver acción con los Criollos de Caguas en la liga invernal, pero no los de mejorar su físico. Para eso contará con el veterano entrenador físico Edgar Díaz, quien por años preparó al hall of famer
Iván Rodríguez y lo ayudará a entrenar durante el invierno.