A SUERO DE DE BREA LAS CONFIDENCIAS
Aunque con lentitud e imprecisión, por fin comenzaron a llegar las confidencias sobre el asesinato de Aneudy Jabriel Adorno Morales, perpetrado el pasado lunes en la noche frente al edificio G-8 del caserío Manuel A. Pérez en Hato Rey.
Así lo confirmó ayer el coronel Francisco Rodríguez, superintendente auxiliar de Investigación Criminal (SAIC) en la Policía.
Aneudy Jabriel, de 9 años, fue asesinado de un disparo en el cuello cuando jugaba frente al edificio G-8.
Rodríguez pensó que al cometerse el asesinato de un niño la indignación de la gente provocaría más información sobre los sospechosos.
Sin embargo, el funcionario policial reconoció que en este caso no ha sido así.
De hecho, el niño era sobrino de Ángel A. Morales Canillis, de 41 años, quien fue ejecutado el sábado por la noche frente al edificio G-5 en Manuel A. Pérez, como resultado aparente de una guerra por el control del narcotráfico en el caserío.
“Ha empezado a fluir la información, lo que ha llegado lo vamos a corroborar porque hay gente que ofrece información porque quiere que le qui-
“
Uno espera porque se trata de un niño que la gente nos dé información” FRANCISCO RODRÍGUEZ
JEFE DEL SAIC
A la Policía le urge la cooperación de la gente para esclarecer asesinato de niño
ten su competencia, otras son informaciones para desviar la investigación y hacerle perder el tiempo a la Policía”, comentó Rodríguez.
El comandante de área en San Juan, teniente coronel Juan Cáceres, continuará con los planes de vigilancia preventiva y con los puntos de cotejo rodeando al complejo de vivienda pública.
También preparan un plan de seguridad para las exequias fúnebres del menor y del tío.
Fuentes de Primera Hora indicaron que las confidencias recibidas no tenían veracidad y que descansaban solo en rumores sin base o fundamento, por lo que se ha tornado cuesta arriba la pesquisa.
La muerte de Aneudy Jabriel ocurrió presuntamente de una bala perdida cuando sicarios acribillaban a José A. Saurí de Jesús, de 36 años y apodado Papito, a unos 160 pies de distancia.
Según la investigación preliminar de la Policía, a Saurí de Jesús le dispararon unas 40 veces por la espalda cuando caminaba con un bulto cargado con narcóticos y una pistola Glock de calibre.40.
Una de las teorías que ha surgido y que depende de ser corroborada mediante el análisis balístico, apunta a que Saurí de Jesús pudo haber sido el autor del crimen del tío del menor, pero se requiere corroborarlo con prueba pericial.