RENACE EL GRAN PODER
El béisbol está por superar su récord de jonrones de un año, marca que fue lograda en la Era de los Esteroides
NUEVA YORK. Los bambinazos de Giancarlo Stanton, los palotes de Aaron Judge y todos esos largos batazos que están maravillando a miles en las Grandes Ligas este año están moviendo el béisbol hacia algo que ahora parece inevitable.
Casi dos décadas después del tope de la Era de los Esteroides, el deporte está en ritmo para romper su marca de más jonrones en una temporada esta semana. Y no solo con romper su marca, sino en dejarla atrás pareciendo nada, considerando los fuertes batazos que con consistencia están llegando a las más altas graderías de los estadios en un periodo que parece ser el verano de los toleteros.
Hasta el domingo, en la temporada se habían conectado 5,663 jonrones, esto a tan solo 30 del récord que se estableció en la temporada del 2000.
¿Bolas alteradas? ¿Pitcheo más duro? ¿El renacimiento de Stanton? ¿O tan solo los sensacionales debuts de Judge y Cody Bellinger?
“No creo que vayamos a lograr una explicación simple para comprender por qué estamos viendo tantos”, dijo el comisionado del béisbol, Rob Manfred. “Pero los jugadores son más grandes y fuertes. Están jugando de una manera diferente, en términos de la manera en que están haciendo swings. Los lanzadores están lanzando con más velocidad. Pero el detalle con el que me siento más cómodo es este: nada tiene que ver con las pelotas, de acuerdo a nuestras pruebas, nada es diferente materialmente hablando”.
El año pasado en las Mayores se conectaron 5,610 cuadrangulares, para un promedio de 2.31 por juego. El promedio esta temporada, por su parte, está en 2.53 y eso proyecta que en la campaña se podrían disparar 6,143. Ello representaría un 47 por ciento de aumento en comparación con los 4,186 del 2014.
“El juego ha cambiado”, puntualizó el dirigente de los Yankees de Nueva York, Joe Girardi. “Del momento que yo comencé a jugar a hoy, hay menos bases robadas, muchos menos toques de bola, y menos situaciones de bateo y corrido. Ahora no se regalan outs. Uno deja a los jugadores hacer sus swings”.
En lo que va del año, ya 107 jugadores han bateado al menos 20 jonrones, cifra que está a solo tres del récord establecido el año pasado y 64 más que en el 2015 de acuerdo al Elias Sports Bureau.
Aumenta también la cantidad de ponches
Junto con el poder también llegaron más ponches, elemento que establecerá un nuevo récord por décima temporada consecutiva. Hasta el domingo, en la temporada se habían registrado 36,964 “K’s” a un promedio de 8.25 por juego lo que podría dejarnos 40,099 al cierre de la temporada.
“En foco ahora es en el batear jonrones y tolerar los ponches”, observó el extoletero Reggie Jackson. “En lo personal no me gusta el tema de los ponches, y yo era el rey”.
En general, los oficiales del béisbol están preocupados por el decrecimiento de acción y están alarmados por el alza en la cantidad de ponches. El total vislumbrado para esta temporada es mayor a los 38,982 del año pasado y casi 8,000 más que los 32,189 que se dieron en el 2007.
El aumento en los ponches coincide con una alza en la velocidad de la recta en el deporte. El lanzamiento ha promediado esta temporada 93.2 millas por hora, un incremento de las 91.9 que se lanzó en promedio en el 2008.
“Los bullpens de estos tiempos están haciendo el trabajo extremamente difícil. Del iniciador en adelante habrá un tirador elite lanzando fuerte buscando poncharte”, dijo el toletero de los Orioles, Mark Trumbo.
Jackson estableció un récord de ponches con 2,597 en su carrera, teniendo un máximo de 171 en el 1968. Seis jugadores ya han superado esa marca este año, encabezados por Judge con 197 y quien podría superar la marca de las mayores de 223 establecida en en el 2009 por Mark Reynolds.
“En el pasado con esos ponches te hubieran sentado”, dijo Jackson. “Pero no sé si en estos tiempos se puede sentar a un jugador con 90 remolcadas y 40 jonrones. Ese es Judge. Uno no va a sentar a un bateador así”.
La cantidad de jonrones en el béisbol tuvo un aumento increíble entre las décadas del 1990 y el 2000. Luego el poder decreció cuando se fortalecieron las pruebas de dopaje por el uso de esteroides y se establecieron duras penalidades a partir del 2004. El promedio de jonrones llegó a su punto más bajo desde el 1992 en la temporada del 2014. Desde la segunda mitad de la temporada del 2015 al presente, el número ha ido en aumento.
MLB ha revisado si las pelotas están alteradas en el U-Mass-Lowell's Baseball Research Center y en la Universidad de Illinois por el profesor de física Alan Nathan. Ambos estudios han reiterado que las pelotas cumplen con las especificaciones y el control de calidad.
Manfred tampoco está preocupado de que los jugadores estén utilizando algún tipo de nueva sustancia que no sea detectable en las pruebas y que tal vez eso esté aumentando el promedio de jonrones.
“Nunca he dicho que eso puede considerarse imposible”, dijo Manfred. “Pero sí puedo decir que estamos haciendo más pruebas, más frecuentemente, de maneras menos predecibles y mejores pruebas. Es todo lo que podemos hacer”.