CORRE Y CORRE EN MAUNABO PARA EVITAR ROBO EN CDT
Delincuentes se llevaban equipo médico, por lo que Manejo de Emergencias tuvo que clausurarlo
“
Tenemos dos bombas operando y el agua está llegando a las partes bajas... Si logramos poner a funcionar otras dos bombas, eso aumentaría a dos terceras partes del pueblo”
STEPHEN ÁLVAREZ AYUDANTE ESPECIAL DEL
ALCALDE DE MAUNABO
MAUNABO. Integrantes de la Oficina de Manejo de Emergencias en Maunabo tuvieron que actuar a toda prisa cuando se percataron que el techo del Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) cedió por los vientos del huracán María y, enseguida, la sala principal del edificio -que fue completado en 1979- comenzó a llenarse de agua.
“Tuvimos que movilizarnos rápido porque estaban saqueando el CDT. Lo clausuramos con paneles de madera para evitar que se lleven el equipo médico que posiblemente vamos a necesitar luego”, explicó Stephen Álvarez, ayudante especial del alcalde Jorge Luis Márquez Pérez, durante un recorrido con este medio.
Con el material de primeros auxilios que recuperaron, establecieron una sala de emergencias improvisada en una de las oficinas del Cuartel de la Policía Municipal.
El espacio cuenta con una camilla, una silla de ruedas, además de medicamentos y el equipo médico para atender heridas menores, así como están disponibles un doctor y una enfermera.
A diario reciben cerca de una docena de personas que requiere algún tipo de tratamiento menor.
De hecho, una cantidad mínima de pacientes de Maunabo han sido transportados al hospital HIMA en Caguas y otros al hospital Menonita en Guayama.
“Por suerte no hubo fatalidades. Gracias a que se hizo un dragado del Río Maunabo antes del huracán Irma, no se salió del cauce. De lo contrario, una comunidad completa hubiese estado bajo agua y quien sabe. Regularmente, cuando llueve de manera copiosa, el río llega a las casas, pero esta vez no”, explicó Rubén Márquez, director de la oficina de Manejo de Emergencias municipal.
Agregó que el suministro de diésel es suficiente para mantener funcionando ese dispensario médico en el cuartel municipal, pero no tiene claro hasta cuándo podrán seguir funcionando las plantas generadoras de energía si no les suplen de los combustibles.
“Nos preocupa el diésel. Tenemos suficiente como para seguir operando entre cinco y siete días, pero al equipo pesado y los camiones que estamos utilizando para despejar los caminos rurales tienen como para dos o tres días máximo”, dijo Márquez.
Pérdida en agricultura
Márquez estimó ayer que cerca del 90% de las casas de madera de unos 12,000 habitantes quedaron destruidas o parcialmente dañadas, y quedó destruido ell 100% de las cosechas de plátanos, guineos y otros frutos menores.
“El pueblo completo ha sido afectado, como el resto del País. María nos dio duro. Maunabo depende mucho de la agricultura y todo quedó en el suelo. Nada sobrevivió. La agricultura sufrió un daño grande”, lamentó.