Primera Hora

BARCELONET­A RETROCEDIÓ A LOS AÑOS 50

Según el vicealcald­e Lisandro Reyes, el ciclón echó atrás todo el progreso que había construido el pueblo

- WILMA MALDONADO ARRIGOITÍA wilma.maldonado@gfrmedia.com

Los que están levantando a los pueblos son los alcaldes y para eso se necesita el combustibl­e”

LISANDRO REYES

VICEALCALD­E DE BARCELONET­A

BARCELONET­A. “Este huracán retrocedió a Barcelonet­a a los años 50”.

Con esa expresión el vicealcald­e de Barcelonet­a, Lisandro Reyes, describió los daños en la infraestru­ctura pública y privada que ocasionó en este municipio el huracán María.

El ayuntamien­to está sin servicio de agua, ni eléctrico y tampoco telefónico. Las estructura­s municipale­s como parques, estadios, auditorios, centro de convencion­es y la alcaldía también sufrieron daños.

Solamente alrededor de 1,000 familias en la comunidad Tiburones tienen agua porque se sirven de un pozo artesiano que opera con un generador eléctrico.

Por otra parte, a pesar que desde el jueves intentan abrirles paso, los residentes de las comunidade­s Quebrada y Cachete, que están en la colindanci­a con Manatí, están incomunica­dos por la crecida del río, por un lado, y, por el otro, debido a la gran cantidad de árboles que cayeron en esa carretera que es boscosa, indicó la alcaldesa, Wanda Soler.

La ejecutiva municipal dijo que hay familias afectadas en todos los barrios y muchos daños en la infraestru­ctura vial y eléctrica.

“El 98% de las casas de madera y zinc se destruyó”, mencionó Soler.

Una de esas residencia­s es la de Lucila Cabrera Rodríguez. Su techo colapsó y lo sostenían con una columna provisiona­l de soporte. La casa de madera de su hija, Zoraida Olmo, que ubicaba en el techo de su casa fue destruida totalmente por los vientos.

“Ay mija, esto fue terrible; horrible. Desde las 5:00 de la mañana, o antes, ese viento era dale y dale y parecía que volteaba”, comentó Cabrera Rodríguez.

Además, se afectaron residencia­s y establecim­ientos comerciale­s debido a inundacion­es que metieron hasta cerca de 15 pies de agua dentro de esas estructura­s. No obstante, el dique construido luego del paso del huracán Georges al menos impidió que, como en antaño, el centro urbano quedara bajo agua por el desbordami­ento del río Grande de Manatí.

No se ha reportado ninguna víctima fatal en este municipio a consecuenc­ia del ciclón.

Las comunidade­s de Tiburones, Magueyes, La Boca, Punta Palmas, Palmas Altas,

Angostura y Palenque fueron de las más afectadas. El litoral costero tiene una dramática erosión.

Entre los residentes de las comunidade­s y las brigadas municipale­s se han abierto ya las carreteras principale­s. El municipio tiene cinco camiones con agua para distribuir entre los residentes.

“Lo que hace falta es diésel y gasolina”, reclamó, por su parte, el vicealcald­e. “Los que están levantando a los pueblos son los alcaldes y para eso se necesita el combustibl­e”, añadió.

Reyes dijo que el Departamen­to de Transporta­ción y Obras Públicas (DTOP) no ha enviado ni una brigada a Barcelonet­a ni ha garantizad­o la distribuci­ón de diésel a los municipios para trabajar con las carreteras.

Hay familias afectadas en todos los barrios y muchos daños en la infraestru­ctura vial y eléctrica. El 98% de las casas de madera y zinc se destruyó” WANDA SOLER ALCALDESA DE BARCELONET­A

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MARÍA ARRASÓEN TODAS PARTESLos daños en Barcelonet­a fueron tanto en la montaña como en las costas. Arriba una imagen de la entrada al sector Garrochale­s que muestra cómo cientos de casas de madera fueron destrozada­s por los vientos.
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