GOLPE AL PALADAR EN QUEBRADILLAS
Muchos de sus restaurantes de mariscos sufrieron severos daños
“
Rompió todo... Me liquidó. Dan ganas de llorar”
JOSÉ MORALES
DUEÑO DEL RESTAURANTE PUENTE BLANCO
QUEBRADILLAS. Con martillo en mano, José Morales trabajaba arduamente en la limpieza de lo que una vez fue un salón de actividades en el Restaurante Histórico Puente Blanco con una vista hermosa al Océano Atlántico.
Morales es el propietario del establecimiento en los últimos 22 años y ayer lamentaba los daños ocasionados a la planta física por el paso del huracán María. Dicho salón de madera y de zinc fue completamente destruido por los fuertes vientos.
“El huracán me rompió todo. Aquí tengo más de $80,000 en pérdidas. Me liquidó”, confesó Morales. “Dan ganas de llorar”.
El salón principal del negocio también sufrió serios daños.
“Todo se dañó; carnes y mariscos. No tengo nada”.
Morales no tiene ni idea de cuándo podrá reanudar operaciones en el restaurante.
En la misma ubicación de Puente Blanco en el barrio Terranova, otros cuatro restaurantes, especializados en pescados y mariscos, también sufrieron serios daños.
Otro de ellos fue el Restaurante La Quebrada al perder un área del techo, pero sin embargo, ayer operaba parcialmente con una planta eléctrica. ¿Para qué cocinaban? El establecimiento tratará de reinventarse en esta crisis, según dijo Zenaida Gandía, hija de los propietarios del mismo.
“Una persona nos sugirió salir a la calle, especialmente a las filas en los puestos de gasolina, y vender empanadillas y almuerzos”, compartió ayer Zenaida.
Aumenta la desesperación
En el área del Guajataca escasea el agua potable y la “desesperación” aumenta entre los ciudadanos, dijo ayer el alcalde Heriberto Vélez.
“Aquí, no hay agua potable. El agua es cero”, denunció ayer Vélez, explicando que una planta del pueblo podría suplir agua pero estaba sin diésel y necesitaba 800 galones para poder ofrecer el servicio.