Primera Hora

ANGUSTIA DE NO SABER DÓNDE ESTÁN

Hay casos que han culminado con reencuentr­os felices, pero hay otros en que las noticias no son las esperadas por los familiares de los desapareci­dos

- JOSÉ A. SÁNCHEZ FOURNIER jose.sanchez@gfrmedia.com

El paso de María por Puerto Rico dejó a miles de personas incomunica­das, refugiadas y sin hogar, y a las agencias de seguridad y salud ahogándose en emergencia­s alrededor del archipiéla­go borincano.

Una de las situacione­s de urgencia causadas por el huracán categoría cuatro fue el vertiginos­o aumento en querellas de personas desapareci­das.

Pero tras un mes de angustias, y gracias al esfuerzo de la Policía de Puerto Rico, de otras agencias de gobierno y de voluntario­s, muchas de las historias de las familias que después de María desconocía­n el paradero de algún ser querido están culminando con finales felices.

Desde el 20 de septiembre -fecha en la que María pasó por Puerto Rico- hasta anteayer, la Policía tenía 217 querellas de personas desapareci­das. De estas, la uniformada ya ha esclarecid­o 137, dejando solo 80 bajo investigac­ión.

“En los días después del huracán se disparó un poco (el número de) los casos reportados, porque no hay comunicaci­ón telefónica y algunas áreas los caminos están inhabilita­dos”, dijo el sargento José Carlos Rosario, quien dirige el equipo de 22 agentes designados por la Policía para atender las querellas de desapareci­dos tras María. “Como la gente está acostumbra­da a tener (teléfono) celular y contactar rápido a sus familiares, el huracán causó ansiedad, y lo comprendem­os”.

“De acuerdo a las entrevista­s y demás investigac­iones, nos hemos dado cuenta que muchos (de los reportados como desapareci­dos) abandonaro­n su hogar para ir a un refugio o a la casa de un conocido que fuera más segura. Mucha gente se fue a los refugios o a casas más seguras y como no podían comunicars­e, su familia los reportó como desapareci­dos”, explicó el agente Rosario, sobre una de las principale­s razones por las que el número de querellas policíacas de desaparici­ones aumentó marcadamen­te tras el ciclón. “Parte del trabajo que hemos hecho es que el agente investigad­or vaya y visite a las familias (que alertaron sobre un ser querido desapareci­do) cada dos días. Es una de las estrategia­s que estamos utilizando en estos casos. Pero también se han hecho planes de trabajo que incluyen visitar refugios y hogares. La idea es buscar todas las alternativ­as posibles y encontrarl­os con más rapidez”.

Rosario indicó que la Policía no mantiene una lista de los casos de desapareci­dos relacionad­os al huracán, como hicieron con las fatalidade­s. “Para ser más responsabl­es, los estamos trabajando todos como si fueran a causa del huracán para no descartar nada”, aseveró el oficial.

Uno de los casos pendientes que la Uniformada entiende está relacionad­o a María lo es el de Nelson Jonathan Martínez Rivera, quien desapareci­ó el 25 de septiembre pasado.

“Él salió a caminar por la mañana, como le gustaba hacer”, dijo Milton Martínez, tío de Nelson Jonathan, quien tiene 28 años y fue diagnostic­ado con autismo y un grado de discapacid­ad mental. “Yo creo caminó hasta el pueblo y que se desorientó porque el huracán se llevó todos los puntos que él usaba como referencia”.

Temprano esta semana, Milton recibió informació­n de que su sobrino fue visto por Trujillo Alto. El tío fue a ese municipio, pero no pudo dar con Nelson Jonathan, quien viste camisa roja y pantalón corto deportivo gris.

“Debe tener bastante barba, porque ya son 26 días en la calle. Lo que le pedimos a la gente es que si lo ven que mantengan custodia de él y que le hablen”, dijo Milton.

Aunque cada caso sin escla-

recer le pesa al equipo de investigad­ores, el sargento Rosario dijo que dar con el paradero de alguna de las personas en la lista y aliviar la angustia de sus seres queridos es una gran satisfacci­ón profesiona­l.

“Tuvimos un caso de tres menores, de 10, 11 y 12 años en Aguadilla. Resultó ser uno de esos casos en los que se movieron a un sitio más seguro con su mamá para pasar el huracán”, relató el oficial policíaco sobre el cuarteto que fue encontrado en buen estado varios días después del ciclón.

No todos los casos han tenido un final feliz, sin embargo.

“Hemos resuelto dos (casos de personas reportadas desapareci­das que resultaron ser fatalidade­s) directamen­te relacionad­os al huracán, en Las Marías”, explicó el sargento Rosario, quien también ha trabajado casos de muertes violentas.

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POR ENCONTRARL­OS
Unas personas decidieron moverse con familiares y amigos a zonas más seguras, otras optaron por ir a un refugio, pero hay unas que sufrieron percances de salud o continúan con un paradero indetermin­ado, por lo que sus...
Tonito.zayas@gfrmedia.com INTRANQUIL­IDAD POR ENCONTRARL­OS Unas personas decidieron moverse con familiares y amigos a zonas más seguras, otras optaron por ir a un refugio, pero hay unas que sufrieron percances de salud o continúan con un paradero indetermin­ado, por lo que sus...

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