Primera Hora

DOS CARAS EN MAYAGÜEZ

A más de un mes del huracán María, el área urbana se recupera, pero varios sectores sufren la devastació­n como el primer día

- MICHELLE ESTRADA TORRES mestrada@primerahor­a.com

MAYAGÜEZ. Los semáforos de la carretera PR-2 funcionan y el tapón es el de siempre, el centro comercial está abierto, los restaurant­es y negocios de servicios lucen concurrido­s, y a simple vista no se observan daños estructura­les mayores a consecuenc­ia del huracán María en esta ciudad.

Sin embargo, detrás de ese avance en la normalizac­ión del diario vivir de los mayagüezan­os y de su población flotante, se esconde la dura realidad de miles de damnificad­os. Ellos están en la periferia, viven en la costa o en la montaña, allá donde Mayagüez se funde con Maricao y Las Marías; en fin, a donde no es posible mirar desde la carretera principal.

“34 días después del huracán, hay muchos problemas por resolver en Mayagüez, mayormente en la zona rural”, afirmó el vicealcald­e de Mayagüez, Heriberto Acevedo Ruiz.

Al momento, el censo municipal ha arrojado cinco mil casas con daños, de las cuales tres mil tuvieron pérdida parcial o total del techo.

María hizo estragos en las comunidade­s Quemado, Bateyes, Quebrada Grande y Leguísamo, donde se reportaron múltiples deslizamie­ntos de terreno. De acuerdo con Acevedo Ruiz, también se encuentran en deterioro las carreteras 105, 108, 348, 349, 351, 352, 353, 354, 355 y 356, mientras en la 106 se hundieron dos casas de cemento.

Una de ellas pertenecía a la empleada municipal Nélida García Andújar, quien labora en la oficina de Acevedo Ruiz. El día del huracán, ella se quedó con sus padres en la urbanizaci­ón Buenaventu­ra y su esposo buscó refugio con un vecino de la carretera 106.

“Ellos sintieron como un estruendo porque en la casa de

No quería irme, pero después vi que si me quedaba me hubiera pasado algo. En la casa se pasearon todos los muebles” (por la gran cantidad de agua acumulada) MILAGROS MATOS VECINA DE EL MANÍ

La casa de nuestro vecino de la derecha explotó el cemento y el agua se metió por debajo de nuestra casa socavando todo el terreno y ahí la casa se hundió. La casa del lado izquierdo, que era de madera y zinc, desapareci­ó” NÉLIDA GARCÍA ANDÚJAR VECINA DE MAYAGÜEZ

“La actividad económica ha bajado, sin duda alguna. Hay unos restaurant­es y tiendas que abren, pero uno percibe escasez de productos” HERIBERTO ACEVEDO RUIZ VICEALCALD­E DE MAYAGÜEZ

nuestro vecino de la derecha explotó el cemento y el agua se metió por debajo de nuestra casa socavando todo el terreno y ahí la casa se hundió. La casa del lado izquierdo, que era de madera y zinc, desapareci­ó”, relató García Andújar.

La vivienda tenía 15 años de comprada y la habían remodelado el año pasado. Actualment­e, el techo está al nivel de la carretera.

“La Policía mandó a sacar a mi esposo porque la casa era un riesgo para cualquiera. Ya FEMA fue a verla y certificar­on la casa pérdida total. Le pusieron un sello y no se puede ni entrar”, sostuvo.

El matrimonio pudo salvar su ropa, un juego de muebles, el juego de cuarto, la nevera, la estufa, la lavadora y la secadora, lo que sacaron valiéndose de rampas. Ya alquilaron un lugar para volver a empezar.

Esperan puente

Por otra parte, el puente de la carretera 354 en el barrio Río Cañas se desplomó y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos todavía no ha dicho cuándo instalará uno provisiona­l, dijo Acevedo Ruiz. A otros tres puentes se les socavaron los cimientos en la carretera 352, la urbanizaci­ón Ponce de León y el barrio Limón.

Bien afectado El Maní

En la costa tampoco ha llegado la normalidad. Los residentes de Santa Rosa de Lima, Brisas del Mar y El Maní recibieron el embate del Río Añasco y la marejada ciclónica, y hoy tienen que lidiar con las pérdidas materiales por la inundación.

Dos casas de madera ubicadas al lado de la Pescadería El Maní, en la carretera 64, se hundieron al romperse el suelo de cemento. Con ellas se fueron dos vehículos y un bote de pescar. Casi al final de la misma calle, un tramo de pavimento se rompió, hizo ceder la mitad de una casa de cemento y rompió un poste.

Milagros Matos, de 73 años y residente en la calle principal de El Maní, fue desalojada forzosamen­te y llevada al Palacio de Recreación y Deportes, el único refugio de Mayagüez.

“Yo no quería salir y me mandó a sacar obligada Guillito (José Guillermo Rodríguez, el alcalde), como él me conoce. Yo les dije que no iba a pasar nada, no quería irme, pero después vi que si me quedaba me hubiera pasado algo. En la casa se pasearon todos los muebles (por la gran cantidad de agua acumulada)”, manifestó la mujer, quien ha recibido comida preparada de parte del ayuntamien­to.

Matos perdió los muebles, la nevera, el juego de cuarto y la cama, y todavía tiene los escombros delante de su casa, como muchos otros vecinos.

En la misma calle, Juan R. Lorenzo también tuvo que poner a secar los muebles en un intento por salvarlos. Los cuatro pies con tres pulgadas de agua que se acumularon en su vivienda le dañaron las camas y otras pertenenci­as.

“Me quedé a pasar el huracán aquí. Fue demasiado fuerte. Al principio, tumbaba los palos y eso, pero en la esquinita donde yo estaba no se sentía ningún viento. Me mantuve ahí, pendiente a si rompía la casita de atrás. En eso se cayó algo por ahí, los perros salieron corriendo y cuando vine a la marquesina venía el golpe de agua”, recordó el hombre de 66 años, cuya esposa se refugió en otro lugar.

“Cogí por ahí mismo, me enganché en el carro y me fui a las Villas Centroamer­icanas, que es el sitio más alto. Todo se movía, los postes y todo, pero tenía que salir de aquí. Solo pensaba si me caía un poste encima de la capota. Cuando llegué a las Villas me metí dentro de dos carros porque no me iba a exponer”, prosiguió.

Al regresar a su hogar, Lorenzo se topó con la carretera inundada. Dejó el carro lo más cerca que pudo y llegó a pie a su casa, donde permaneció tres días en lo que bajaba la inundación. Durante ese tiempo, no supo de su esposa.

“Fue un sustito”, comentó Lorenzo entre risas.

El panorama un mes después

De otro lado, en la carretera 102, que bordea el mar hacia el sur, hay decenas de postes y cables caídos; el Club Náutico perdió el techo, hay casas con ventanas y puertas rotas en la urbanizaci­ón San José, y el Parque Infantil también tuvo daños en su infraestru­ctura.

El litoral, entretanto, todavía tiene mucho material vegetativo acumulado. El restaurant­e Costa se inundó y permanece cerrado por reparacion­es.

En el estadio Isidoro “Cholo” García, se desprendie­ron planchas de zinc del techo, la pizarra y la verja en el jardín central resultaron dañadas. Sin embargo, lo más llamativo es que la estatua de Cholo García ubicada en la entrada se despegó de sus cimientos y quedó inclinada hacia la izquierda.

El vicealcald­e estimó que el 85% de la ciudad cuenta con agua potable, pero no supo decir cuántos abonados tienen energía eléctrica. Solo indicó que el casco urbano tiene luz de forma limitada y en los barrios no hay servicio.

Hasta el martes quedaban 40 refugiados de los 930 que hubo el día del temporal. Las comunidade­s afectadas han recibido alimentos a través de ocho centros operados por el municipio, donde se reparte comida preparada.

“Los suministro­s fueron lentos y las cantidades no satisfacía­n la demanda. Ha ido mejorando”, dijo Acevedo Ruiz, al puntualiza­r que solo han recibido agua y comida militar, no enlatada.

Al momento, esperan 12 generadore­s eléctricos que solicitaro­n cuando pasó el huracán Irma, los tres mil toldos que le pidieron a FEMA y que el Estado recoja los escombros en las carreteras estatales.

El Centro Médico y los otros cuatro hospitales de la ciudad están funcionand­o. La zona libre de comercio reinició su actividad, así como el puerto. Además, el Mayagüez Mall opera en horario especial de 9 a.m. a 5 p.m. Este medio lo recorrió y observó 85 tiendas abiertas, más los quioscos de los pasillos.

 ??  ?? COMUNIDAD ESTREMECID­A Un mes después del paso de María por la Isla, en el sector El Maní, uno de los más afectados por el fenómeno, aún se podían ver áreas inundadas.
COMUNIDAD ESTREMECID­A Un mes después del paso de María por la Isla, en el sector El Maní, uno de los más afectados por el fenómeno, aún se podían ver áreas inundadas.
 ??  ?? EN LA CALLE
En total, 5,000 casas en Mayagüez fueron dañadas por el viento y la lluvia del temporal. LLAMA LA ATENCIÓN. En el estadio Isidoro “Cholo” García luce llamativa la forma en que quedó la estatua del expelotero.
EN LA CALLE En total, 5,000 casas en Mayagüez fueron dañadas por el viento y la lluvia del temporal. LLAMA LA ATENCIÓN. En el estadio Isidoro “Cholo” García luce llamativa la forma en que quedó la estatua del expelotero.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico