La novela del pescao
Lo ocurrido ayer en el Congreso de los Estados Unidos en el importante comité de Energía y Recursos Naturales, que evaluó la controversia con energía eléctrica y la recuperación de la isla, sentará las bases para otorgarle más poderes a la Junta de Control Fiscal. De eso no cabe la menor duda. Incluso, Natalie Jaresko no escondió su agenda al disparar por el medio del plato que la Junta necesitaba mayor claridad en cuanto a los poderes del organismo y así evitar los tribunales.
Pienso que la van a complacer. La comedia de errores en cuanto al manejo del caso de Whitefish, que es el nuevo balón político entre republicanos y demócratas por parte de las autoridades locales, echó por la borda la credibilidad de la Isla. Lo advertí la semana pasada en este mismo espacio. Lo que no esperaba era que fuera tan rápido.
Fue un error el que el director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Ricardo Ramos, no acudiera a la cita congresional. Si usted tiene las respuestas nada debe esconder. Sin embargo, al no acudir con la excusa baladí de que su presencia era esencial en la Isla, deja indefenso un flanco importante para el gobierno.
Tras que la excusa no la cree nadie, pues usted es un supervisor que tiene toda una cadena de mando ordenada, en la cual el trabajo se puede realizar sin mayores contratiempos, deja el flanco abierto a la Junta. Allí el señor Zamot se presentó como el salvador de la corporación pública y tenía detrás a la Jaresko pidiendo que se creara de manera permanente el puesto del oficial de transformación de la Autoridad.
Mientras tanto, Christian Sobrino recibió un portazo en la cara al no permitírsele que hablara en la
“Las heridas que surgieron en la audiencia de ayer trascienden lo de la AEE, ya que también cuestionaron la manera en que se ha estado atendiendo la emergencia de María en la Isla”
audiencia. Claro, se presentó como el representante gubernamental en la Junta cuando se debió presentar como el representante del Gobernador y que éste delegará su presencia en él. Esto no ocurrió, siendo un tremendo fallo.
Ahora el asunto queda para la próxima semana, donde se ha citado una nueva ronda de testimonios ante este comité. Sin embargo, las heridas que surgieron en la audiencia de ayer trascienden lo de la AEE, ya que también cuestionaron la manera en que se ha estado atendiendo la emergencia de María en la Isla. Los congresistas indagaron sobre la distribución y la logística. Esto no se es en el vacío y tal vez se hace para demostrar cierto grado de incompetencia para justificar, como dije, que la Junta será la que se encargará de la distribución de la ayuda que están dispuesta a dar.
Nada más colonial. Ciertamente exhibieron un menosprecio a cualquier poder autonómico que alguien se jacte exista en Puerto Rico. Aquí el mollero del poder plenario del Congreso salió a pasear. Poco valió el intento de Luis Gutiérrez de lanzar sombras a la Junta al traer el asunto de los salarios de los integrantes para tratar de demostrar que lejos de resolver la enfermedad administrativa del país, pudieran ser, al final del camino, un remedio peor.
Esto está tomando velocidad y usted debe ponerse el cinturón. Esto se hincha.