LE AYUDA A SANTA CLAUS
El pelotero René Rivera reparte juguetes y alegría
Muchas personas perdieron sus pertenencias. El poco dinero disponible lo tienen que usar para otras necesidades y no pueden comprar regalos”
RENÉ RIVERA
PELOTERO
Sammy Hernández no tenía el corazón para explicarle a sus cinco nietos que comprar regalos de Navidad no sería posible.
El empleado público continúa lidiando con las consecuencias que dejó el huracán María durante su marcha por el toabajeño el pasado septiembre. Ayer, Hernández encontró un alivio a través de la iniciativa del pelotero René Rivera y su esposa Mariel, quienes están entregando juguetes a unos 25,000 niños de la isla.
“Es duro lo que están pasando mis nietos porque lo perdieron todo”, compartió Hernández durante la actividad que se llevó a cabo en la cancha de la comunidad Campanillas en Toa Baja.
“Es alentador saber que hay personas como René que no nos han abandonado. Todavía hay personas que quieren ayudar a los niños de Puerto Rico y otros deberían unirse para seguir ayudando en los barrios que tanta falta hace”, continuó.
Hernández detalló que su jornada de trabajo fue reducida a cinco horas diarias. Su esposa atraviesa una situación similar. Esas circunstancias impiden que puedan hacer las tradicionales compras navideñas.
“Tenemos que limitarnos a comprar las cosas del diario. Todavía no tenemos servicio eléctrico y tenemos que comprar hielo. Ahora mismo somos 12 personas viviendo en mi casa porque mi hija perdió la suya, pero sobreviviremos. Nos tienen que matar en el piso”, sostuvo.
Conmovido el pelotero
Rivera está empeñado en mantener intactas las tradiciones navideñas. Ayer visitó comunidades de Lares, Camuy y Toa Baja. Con su ayuda Santa Clós llegará a otros siete pueblos que los organizadores prefieren no revelar de antemano.
“Cuando uno ve la felicidad en las caras de los nenes, podemos estar 26 horas diarias haciendo esto y vale la pena. Sabemos que muchas personas perdieron sus pertenencias. El poco dinero disponible lo tienen que usar para otras necesidades y no pueden comprar regalos. Junto con mi esposa, decidí darle vida a esta iniciativa y la respuesta fue grandiosa”, compartió Rivera.
Múltiples sectores de Toa Baja quedaron en ruinas debido a las inundaciones causadas por las copiosas lluvias del huracán María. A esta fecha, el servicio eléctrico no ha sido reestablecido en el sector Campanillas.
“No queríamos que los niños pierdan la ilusión. Comenzamos a hacer contactos y, aunque no fue fácil recoger 25,000 juguetes, pudimos cumplir con nuestra meta”, sostuvo Rivera.