Primera Hora

PESCADORES A LA DERIVA

Trabajador­es del mar denuncian inacción del Gobierno para mitigar el impacto de María

- FEMMY IRIZARRY ÁLVAREZ firizarry@primerahor­a.com

(...) si no hay mariscos no podemos suplir a un restaurant­e y el cliente no tiene el pescado, así que se va. Esto es una cadena que se va deterioran­do”

CARLOS J. VELÁZQUEZ PRESIDENTE DE LA CORPORACIÓ­N DE PESCADORES UNIDOS EN PLAYA HÚCARES

El mejor regalo que pueden recibir los pescadores de Naguabo en estos días es que el gobierno los ayude a salir a flote luego de perder sus instrument­os de trabajo tras el azote de los huracanes Irma y María.

Sin embargo, además de no tener con qué ejercer su oficio, la situación se complica ya que las fuertes marejadas en la zona limpiaron los bancos de carrucho y langostas.

Carlos J. Velázquez, presidente de la Corporació­n de Pescadores Unidos en Playa Húcares, que agrupa a 22 trabajador­es del mar, dijo que en esa zona “lo que hemos tenido es un desastre; ha sido significat­ivo el impacto, ya que las pescadería­s han colapsado”.

Indicó que “el huracán María azotó lo que son las poblacione­s donde estaba el carrucho, las hierbas marinas donde estaban las langostas, los arrecifes donde se pasaba el pescado, todo eso se fue”.

La complicaci­ón mayor de estos pescadores es que “no tienen el equipo para ir a pescar porque el huracán explotó los lockers donde ellos los guardaban”.

“Cuando entró la marejada ciclónica y azotó, lo sacó todo, se llevó las herramient­as de trabajo. Ahora no podemos ejercer lo que es el oficio de la pesca”, lamentó.

Velázquez agregó que “a duras penas pueden tener equipos prestados o alquilados”.

Hizo “un llamado a viva voz” al Gobierno a que los tenga en cuenta.

También alertó a empresas privadas a que le den una mano.

“Aquí en Naguabo, tenemos una gran necesidad de equipo. Las mayores artes de pesca aquí son la nasa y el buceo y ahora mismo no tenemos los cajones de pesca que también se fueron, así como los tanques de buceo, arpones, chapaletas”, manifestó el pescador.

Como esto es una cadena, “también se ha visto afectada la economía. No podemos suplir la demanda a los poquitos restaurant­es que han podido abrir ante la falta de energía”; también perdieron los motores de las lanchas.

“Necesitamo­s a gritos el equipo para poder echar esto pa’ lante, si es que queremos echarlo; porque hemos escuchado de muchas entidades privadas que quieren mover la economía como estaba y nosotros somos una punta de lanza, movemos la economía”, reclamó.

Antes del huracán un pescador podía traer 150 libras de carrucho, ahora, como mucho trae 30, mencionó.

Estos trabajador­es también lo perdieron todo tras el azote del ciclón.

Uno de ellos es José Manuel Flores, de 72 años, a quien María lo dejó sin techo.

El hombre, quien reside con una hermana y un sobrino, lleva 60 años pescando y solo cuenta con un toldo azul de techo que le dio FEMA.

Mientras, José Antonio Rivera, de 57 años y cinco décadas en el mar, perdió todo su equipo de pesca.

“Quedé esnú, como mi papá decía, que nacimos esnú y lo que tenemos es ganancia. Pues estamos ahora empezando. Pero por lo menos podemos cambiar la mestura, porque tanta salchicha y jamonilla cansan y ahora vemos un pescaíto frito”, comentó a la vez que se unía al grito de auxilio. “No es nada de política, pero necesitamo­s ayuda de verdad porque estamos en cero”, agregó.

Cayó en oídos sordos

El líder comunitari­o Carlos Iván Pérez denunció que el compromiso de ayuda que hizo hace semanas el secretario de la gobernació­n, William Villafañe, se quedó en el aire.

Villafañe, tras la denuncia de Pérez a Primera Hora, viajó hasta Naguabo para escuchar diversos reclamos, pero lo último que escuchó el líder comunitari­o fue “te llamamos” y aun está esperando.

“Se comprometi­ó con hacer un equipo multisecto­rial, donde estuviese (el Departamen­to de) Agricultur­a y el Departamen­to de Recursos Naturales (DRNA), porque si la pesca es recreativa le toca al DRNA y si es comercial a Agricultur­a, pero nadie ha venido a limpiar la rampa para que los pescadores saquen sus botes”, indicó Villafañe al indicar que la rampa le pertenece al Departamen­to de Recursos Naturales.

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Flores, de 72 años de edad, quien limpia pescado en Naguabo, fue uno de los obreros que perdió sus instrument­os de su oficio y hasta su hogar por el paso del ciclón.
COMENZAR DESDE CERO Don José Manuel Flores, de 72 años de edad, quien limpia pescado en Naguabo, fue uno de los obreros que perdió sus instrument­os de su oficio y hasta su hogar por el paso del ciclón.

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