Señor Portela, demuestre que es un servidor público y déjese de comportar como un virrey”
De verdad, que es mejor reír por no llorar.
El lunes pasado por poco convulso escuchando a nuestro gobernador Ricardo Rosselló en el papelón de su vida. El mandatario argumentaba que Gerardo Portela, presidente de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal, Aafaf, debía contar con escolta policial porque es un trabajo que requiere seguridad.
Por si tiene dudas, la Aafaf es un lánguido residuo de lo que fue el Banco Gubernamental de Fomento, que aún funciona. La agencia tiene la responsabilidad de preparar el plan fiscal que deberá ser presentado hoy ante la Junta de Control Fiscal. Además, elabora la política fiscal del Gobierno y trabaja los aspectos relacionados a la deuda.
Como puede usted apreciar, todo lo pertinente a la agencia está relacionado a números.
Le pregunto a usted, ¿dónde está lo peligroso en este asunto; quién en la Isla puede tener interés en afectar la integridad física del señor Portela; los bonistas?
Si usted piensa eso, puede creer cualquier historia de vaqueros.
Portela no es el Superintendente de la Policía, Secretario de Corrección o Secretario de Justicia que le mete mano a elementos del bajo mundo. Se trata de un funcionario de oficina que dirige a un grupo de empleados que son todos de confianza. Lo más osado que este funcionario había hecho era abogar por jugosos aumentos salariales para sus allegados.
Aun así, el señor Portela disfrutó de los servicios de escolta para los cuales se desembolsó la impresionante suma de $108,000 entre julio y diciembre del pasado año.
¡Esto, señor Gobernador es una barbaridad! En estos tiempos de austeridad es difícil argumentar algo coherente que pueda justificar ese gasto, sobre todo cuando le mendigamos las horas extra a los integrantes de la Policía.
Hace tiempo este tema me encoleriza. En una Isla donde nuestro Tribunal Supremo considera como un derecho adquirido las escoltas de los exgobernadores Romero Barceló y Hernández Colón, pero no emite el mismo juicio con las pensiones de los trabajadores, usted vive en un sistema que tiene serios problemas. Aquí todo dinero importa. Todo debe ser bien invertido y esto no suena como una invención prudente.
A usted señor Portela, le pido que honre en el puesto y demuestre que es un servidor público. Déjese de comportar como un virrey y no objete que se discuta públicamente todo lo relacionado a su agencia.
De no gustarle la candela, siempre puede regresar a la empresa privada.
“Portela no es el Superintendente de la Policía, Secretario de Corrección o Secretario de Justicia que le mete mano a elementos del bajo mundo”